Existen múltiples hallazgos que confirman que dormir es un requisito fundamental para mantener una óptima salud integral. En el caso específico de los niños, las horas de sueño repercuten directamente en su crecimiento, por lo que es importante que los pequeños duerman el tiempo necesario.

De acuerdo con especialistas, los niños menores de 2 años deben dormir entre 11 y 14 horas diarias -incluyendo siestas-, los pequeños de entre 3 y 5 años deben dormir entre 10 y 13 horas cada día, mientras que los niños de entre 6 y 12 años de edad deben dormir entre 9 y 12 horas diarias.

Lo cierto es que, aunque suene fácil, muchos padres tienen el problema de tener que lidiar con sus hijos para lograr que se vayan a la cama temprano y puedan cumplir con su cuota diaria de sueño.

Aspectos como los dispositivos móviles y el exceso en el consumo de alimentos azucarados favorecen el hecho de que los pequeños no duerman las horas que necesitan para su saludable crecimiento.

Conoce más: ¿Por qué no se recomienda que los niños duerman con la luz prendida?

Es por ello que los expertos recomiendan a los padres de familia crear una rutina para facilitar que sus hijos se vayan a la cama temprano.

Una rutina para irse a acostar es una buena manera de asegurar que los niños duermen lo suficiente. Para conseguirlo, se pueden llevar a cabo aspectos como:

-Incluir un periodo de tranquilidad unos treinta minutos antes de la hora de dormir.

-Fijar una hora específica para dormir, avisando debidamente a los hijos media hora antes de la hora acordada.

-Establecer horas fijas para irse a acostar, levantase y tomar siestas.

-Mantener horas de juego y horas de comer consistentes.

-Evitar los estimulantes como la cafeína, cuando se aproxime la hora de dormir.

-La habitación de los niños debe ser tranquila, acogedora y conductiva al sueño.

-Utilizar la cama solamente para dormir, no para jugar o para ver televisión.

-Limitar las comidas y bebidas dos horas antes de la hora de acostarse.

-Permitir que sean los niños quienes elijan con qué pijama quieren dormir, qué muñeco de peluche necesitan llevarse a la cama, etc.

-Acostarlo(a) cariñosamente para reafirmar una sensación de seguridad.

 

Vía: Kid’s Health