El cuidado adecuado de la piel es crucial para los pacientes con cáncer que reciben radioterapia, así lo indica la Academia Estadounidense de Dermatología (AAD).

El picor, el enrojecimiento, la formación de ampollas y la descamación se encuentran entre los problemas de la piel que puede causar la radioterapia.

«Durante la radioterapia, la piel tratada se vuelve muy sensible, lo que puede causar erupciones dolorosas y retrasos en la atención», señaló la Dra. Anisha Patel, dermatóloga del Centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas, en Houston (Estados Unidos).

«Para reducir el dolor o la incomodidad de la radioterapia y aumentar tu capacidad para continuar el tratamiento, es importante consultar a un dermatólogo certificado antes de comenzar cualquier terapia contra el cáncer y evitar hacer cosas que puedan irritar aún más la piel tratada, como pasar tiempo al aire libre sin protección solar o usar productos agresivos para el cuidado de la piel», subrayó Patel.

Conoce más: Alcanfor, ¿qué es y cómo puede beneficiar la salud de tu piel?

Por ello, aquí les mencionamos algunos tips de cuidado cortesía de la experta:

  • Limpia adecuadamente el área afectada. Lave suavemente la piel afectada por la radioterapia todos los días con agua tibia para eliminar las bacterias que pueden causar una infección. Usa tus manos para salpicar agua suavemente sobre el área tratada. No uses una toallita, esponja o lufa. Si necesitas limpiar, utiliza un limpiador suave de pH bajo y no frotes las líneas dibujadas en tu piel.
  • Sáltate la navaja. No te afeites la piel afectada.
  • Hidrata. Aplica humectante todos los días según las indicaciones. Esto puede ayudar a que tu piel sane más rápidamente después del tratamiento.
  • Elige con cuidado los productos para la piel. Utiliza productos para el cuidado de la piel y maquillaje sin perfume. La fragancia puede irritar tu piel.
  • Elige la comodidad al vestirte. Usa ropa holgada para evitar irritaciones. Si recibes radioterapia en las manos o antebrazos, usa guantes mientras lavas los platos u otras tareas del hogar. Para mayor protección, ponte guantes con forro de algodón debajo de los guantes de goma.
  • Protégete del sol. La radioterapia puede hacer que tu piel se vuelva muy sensible a la luz solar. Protégete usando ropa holgada de protección solar, un sombrero de ala ancha y protector solar.
  • Evita las temperaturas extremas. No expongas la piel tratada a temperaturas muy calientes o frías y no apliques nada pegajoso, como vendas adhesivas o parches de nicotina.

«Después de la radioterapia, presta mucha atención a la piel que recibió el tratamiento, ya que la radioterapia puede aumentar el riesgo de desarrollar ciertos tipos de infecciones, así como cáncer de piel», advirtió Patel. «Algunos efectos secundarios pueden ocurrir semanas, meses o incluso años después de tu último tratamiento de radiación, incluso si no tuviste efectos secundarios durante el tratamiento. Si observas enrojecimiento, sarpullido o cualquier otro cambio en la piel, llama a tu oncólogo o dermatólogo a la brevedad».

 

Vía: Health Day News