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Es común que se recomiende reducir o eliminar el consumo de grasas, principalmente cuando se busca perder peso. Lo cierto es que las grasas son un macronutriente indispensable, es decir, el cuerpo necesita de ellas para funcionar correctamente.

El consumo de grasa es importante para mantener la piel y el cabello saludables, así como para absorber las vitaminas A, D, E y K, conocidas como vitaminas liposolubles. La grasa también llena los adipocitos y aísla al cuerpo para ayudar a mantenerlo caliente.

Las grasas que el cuerpo obtiene de los alimentos le brindan a éste ácidos grasos esenciales llamados ácido linoleico y ácido linolénico. Se denominan «esenciales» debido a que el organismo no los puede producir por sí solo o no trabaja sin ellos.

Ante ello, especialistas en el tema aseguran que no es necesario dejarlas de lado, sino saber elegir los alimentos que benefician la salud del corazón, es decir, aquellos que contienen grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas.

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¿Por qué debes comer grasas?

De acuerdo con un estudio dirigido por investigadores canadienses, y publicado en la revista The Lancet, las personas que abandonan o reducen el consumo de productos altos en grasas, aumentan su ingesta de carbohidratos —situación que resulta contraproducente para la salud—.

A decir de los científicos, las personas que consumen grandes cantidades de carbohidratos tienen un mayor riesgo de mortalidad.

“Contra lo que se cree, un incremento del consumo de grasas (buenas) está asociado con un menor riesgo de mortalidad —en comparación con la ingesta de carbohidratos—, es por eso que las directrices nutricionales en todo el mundo necesitan cambiar», mencionaron.

Recuerda, dentro de la pirámide alimenticia existen tanto carbohidratos saludables, como grasas benéficas para el cuerpo. No es necesario eliminar ningún macronutriente de tu dieta, sino elegir aquellos que aporten lo que tu cuerpo realmente necesita. Sigue estos consejos: 

  • Usa aceites vegetales en lugar de mantequilla o manteca. 
  • Incorpora pescado a tu dieta, sobre todo pescado azul.
  • Elige carne magra y carne de aves sin piel. 
  • Come y bebe productos lácteos bajos en grasa.
  • Elige frutas y verduras enteras cuando tengas hambre.

Si tienes dudas al respecto, visita a un especialista en nutrición.

 

Fuente: Mayo Clinic/ Alimentación para la Salud UNAM