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La salud de tu corazón es muy importante, por lo que es crucial que procures llevar una dieta rica en «grasas buenas» y baja en «grasas malas».

Para lograrlo, asegúrate de que menos del 30 por ciento de tus calorías diarias provengan de grasas y que menos del 7 por ciento provengan de grasas saturadas. Si consumes 2,000 calorías cada día, esto significa que debes establecer tu límite en 67 gramos de grasa total; y dentro de esa cantidad, debes limitar las grasas saturadas y evitar las grasas trans. Esta es la pauta más importante, porque nada en tu comida, ni siquiera el colesterol, elevará el nivel de colesterol en tu torrente sanguíneo más rápido que las grasas saturadas.

Conoce más: ¿Por qué es importante el consumo de grasas en la dieta?

Algunos consejos para identificar las grasas saturadas incluyen los siguientes:

  • Son sólidas a temperatura ambiente y sus principales fuentes dietéticas son los productos de origen animal, como la carne de res, la manteca de cerdo, la grasa de aves, la mantequilla, la nata y los productos lácteos de leche entera.
  • Algunos alimentos vegetales, como los aceites de coco y de palma, también contienen grasas saturadas. Puedes consultar las etiquetas de los alimentos para saber cuántas grasas y grasas saturadas estás a punto de consumir, pero dichas cifras no cuentan toda la historia.

También recuerda que las grasas trans son las peores para la salud. Se producen cuando los fabricantes de alimentos convierten aceites líquidos en grasas sólidas. Las puedes encontrar principalmente en cualquier alimento frito y rebozado, manteca y margarina en barra,
pasteles y galletas horneados comercialmente, masa refrigerada, entre otros.

Fuente: Health Day