Todo el mundo tiene una razón diferente para hacer ejercicio. Algunas personas entrenan para mantener una buena salud física; otras se preocupan por su salud mental, en tanto que otras simplemente buscan lucir bien y disfrutar una vida activa. Sin importar cuál sea la principal motivación, el ejercicio es parte fundamental e insustituible de un cuerpo saludable.

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¿Sabías que las personas inactivas enfrentan mayor riesgo de males crónicos y enfermedades cardíacas? Por este motivo, es sumamente importante ejercitarse todos los días, pero también, hacerlo de forma segura. Para lograrlo, te recomendamos tomar en cuenta lo siguiente.

  1. Tipo de actividad. Analiza y evita las actividades que sean demasiado intensas para tu edad y capacidad. Por ejemplo, la práctica de deportes en equipo —como el básquetbol—, podría ser más difícil para tu cuerpo si eres un adulto mayor.
  2. Seguridad. Elige zonas públicas o gimnasios que sean seguros.
  3. Gastos. Si no puedes pagar un gimnasio, busca alternativas menos costosas. Esto podría incluir centros de recreación comunitarios, un parque seguro, o pasear en tu vieja bicicleta.
  4. Edad y capacidad. Habla con tu médico para conocer tu estado de salud y recomendaciones personalizadas, especialmente si padeces diabetes, enfermedad cardíaca, enfermedad pulmonar u otra enfermedad crónica; llevas una vida poco activa o sedentaria; presentas dolores de pecho o dificultad para respirar cuando estás activo.
  5. Guía de entrenamiento. El estiramiento y el calentamiento son parte clave de un entrenamiento saludable. Para evitar lesiones, consulta a un experto o sigue una rutina creada por un instructor.

 

Vía: Family Doctor