Todo el mundo tiene una razón diferente para hacer ejercicio. Algunas personas entrenan para mantener una buena salud física; otras se preocupan por su salud mental, en tanto que otras simplemente buscan lucir bien y disfrutar una vida activa. Sin importar cuál sea la principal motivación, el ejercicio es parte fundamental e insustituible de un cuerpo saludable.
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¿Sabías que las personas inactivas enfrentan mayor riesgo de males crónicos y enfermedades cardíacas? Por este motivo, es sumamente importante ejercitarse todos los días, pero también, hacerlo de forma segura. Para lograrlo, te recomendamos tomar en cuenta lo siguiente.
- Tipo de actividad. Analiza y evita las actividades que sean demasiado intensas para tu edad y capacidad. Por ejemplo, la práctica de deportes en equipo —como el básquetbol—, podría ser más difícil para tu cuerpo si eres un adulto mayor.
- Seguridad. Elige zonas públicas o gimnasios que sean seguros.
- Gastos. Si no puedes pagar un gimnasio, busca alternativas menos costosas. Esto podría incluir centros de recreación comunitarios, un parque seguro, o pasear en tu vieja bicicleta.
- Edad y capacidad. Habla con tu médico para conocer tu estado de salud y recomendaciones personalizadas, especialmente si padeces diabetes, enfermedad cardíaca, enfermedad pulmonar u otra enfermedad crónica; llevas una vida poco activa o sedentaria; presentas dolores de pecho o dificultad para respirar cuando estás activo.
- Guía de entrenamiento. El estiramiento y el calentamiento son parte clave de un entrenamiento saludable. Para evitar lesiones, consulta a un experto o sigue una rutina creada por un instructor.
Vía: Family Doctor