Aunque rascarse fuertemente representa un verdadero alivio, tal vez no sea la mejor solución. De acuerdo con especialistas del cuidado de la piel, restregar la zona donde hay comezón sólo provoca que aumente el picor. Es decir, cuando nos rascamos, las células nerviosas en la médula espinal llevan señales de dolor al cerebro —en lugar de señales de picazón—. El cerebro responde con la liberación de serotonina, sustancia que incrementa el «ciclo de comezón».

«El problema es que cuando el cerebro recibe esas señales de dolor, responde con la producción de serotonina para ayudar a controlar el dolor. Esto encaja muy bien con la idea de que las señales de la picazón y el dolor se transmiten a través de diferentes vías, pero relacionadas. Rascarse puede aliviar el picor mediante la creación de un dolor leve. Pero cuando el cuerpo responde a las señales de dolor, esa respuesta, en realidad, puede empeorar la picazón”, señaló Zhou-Feng Chen, especialista de la Universidad de Washington.

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Recomendaciones

Es importante aprender a distinguir la picazón de otro tipo de síntoma. Ésta aparece como un cosquilleo o irritación en la piel, misma que despierta la necesidad de rascar la zona. Las causas más comunes son:

  • Reacciones alérgicas.
  • Eccema.
  • Piel reseca.
  • Picaduras de insectos.
  • Sustancias químicas irritantes.
  • Parásitos —como los oxiuros, la sarna y los piojos—.
  • Embarazo.
  • Sarpullido.
  • Reacciones a fármacos.

Si tu piel presenta muchos problemas de irritación, te recomendamos visitar a un especialista. Recuerda que la picazón es un síntoma relacionado a muchas afecciones, y para evitarla debe atacarse el problema de raíz.

Si de un momento a otro presentas comezón, puedes aplicar compresas frías para mejorar el área de piel. También, puedes recurrir a lociones y baños tibios. Evita rascarte, vestir con telas irritantes y el calor excesivo o la humedad.

 

Vía: Hola Doctor