Todos los niños tienen diferentes comportamientos intestinales, pero ciertos signos pueden indicar la presencia de un problema médico.
Ante ello, el Sistema de Salud de la Universidad de Michigan recomienda a los padres llevar a su hijo a valoración médica si:
- El niño está estreñido por más de una semana, o los movimientos intestinales del pequeño causan dolor y requieren que puje más de lo normal.
- El niño presenta sangre en las heces, o tiene hemorroides.
- El niño expulsa heces blandas entre los movimientos intestinales.
- El niño está vomitando o tiene el vientre hinchado.
Estos síntomas normalmente son señal de una afección intestinal que debe ser tratada médicamente. Una que es muy común en los menores es el “síndrome del intestino irritable”, que es un trastorno intestinal que suele ocasionar retortijones, gases, distensión abdominal, diarrea y estreñimiento. A veces se le denomina «estómago irritable» o «colon espástico». Algunos alimentos pueden desencadenar los síntomas de este problema, así como el estrés emocional, las infecciones y los traumatismos.
Aunque este síndrome puede ser molesto y resultar vergonzoso para un niño, no genera problemas de salud graves. Los pediatras pueden ayudar a los niños a controlar los síntomas del intestino irritable con medicamentos, cambios en la dieta y en el estilo de vida, para que logren llevar vidas activas y saludables.
Asimismo, puede tratarse de una infección severa ocasionada por algún virus o bacteria, como colitis, gastritis, o en el peor de los casos, salmonelosis. Estas patologías también deben recibir tratamiento farmacológico prescrito por el médico y, en ocasiones, admisión hospitalaria si son casos graves.
Otra posible causa de estos signos podría ser una malrotación del intestino, que es una malformación intestinal congénita. Normalmente debe repararse con cirugía y extirparse la parte del intestino que se encuentra dañada.
Vía: HealthDay News, KidsHealth
