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La dieta MIND puede ayudar a los adultos mayores a prevenir la enfermedad de Alzheimer, así lo dio a conocer un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Alzheimer’s Disease.

Desarrollada por Martha Clare Morris, quien fuera epidemióloga nutricional de la Universidad Rush, la dieta MIND es un híbrido de las dietas mediterránea y DASH.

Las personas en la investigación que siguieron la dieta MIND incluso más tarde en la vida no desarrollaron problemas de pensamiento, dijeron los autores.

«Algunas personas tienen suficientes placas y ovillos en el cerebro para recibir un diagnóstico post mortem de la enfermedad de Alzheimer, pero no desarrollan demencia clínica en su vida», indicó el doctor Klodian Dhana, profesor asistente en la división de geriatría y medicina paliativa en el Rush Medical College de Chicago. «Algunos tienen la capacidad de mantener la función cognitiva pese a la acumulación de estas patologías en el cerebro, y nuestro estudio sugiere que la dieta MIND está asociada con mejores funciones cognitivas independientemente de las patologías cerebrales relacionadas con la enfermedad de Alzheimer».

Para el trabajo, los investigadores dieron seguimiento a casi 600 personas que completaron evaluaciones y pruebas anuales para ver si tenían problemas de memoria y pensamiento. A partir de 2004, los participantes recibieron un cuestionario anual de frecuencia alimentaria, donde se les preguntaba qué tantas veces habían comido 144 alimentos específicos durante el último año.

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La dieta MIND posee 15 componentes, incluyendo 10 grupos de alimentos saludables para el cerebro y cinco grupos no saludables que abarcan carnes rojas, mantequilla y margarina en barra, queso, pasteles y dulces y comida frita o rápida.

La dieta MIND es rica en cereales integrales, hojas verdes y otras verduras que deben consumirse a diario. También se anima a las personas a tomar una copa de vino y a comer nueces, frijoles cada dos días, aves de corral y bayas al menos dos veces por semana, y pescado al menos una vez a la semana.

Sin embargo, las personas deben vigilar su consumo de alimentos poco saludables, lo que incluye limitar la mantequilla a menos de 1 1/2 cucharaditas al día y comer menos de una porción a la semana de dulces y pasteles, queso con grasa y comida frita o rápida.

«Descubrimos que una puntuación más alta en la dieta MIND se asoció con una mejor memoria y habilidades de pensamiento, independientemente de la patología de la enfermedad de Alzheimer y otras patologías cerebrales comunes relacionadas con la edad. La dieta parecía tener una capacidad protectora y puede contribuir a la resiliencia cognitiva en los adultos mayores», destacó Dhana.

«Los cambios en la dieta pueden afectar el funcionamiento cognitivo y el riesgo de demencia, para bien o para mal. Hay cambios bastante simples en la dieta y el estilo de vida que una persona puede realizar, los cuales pueden ayudar a retrasar el deterioro cognitivo producto del envejecimiento y contribuir a la salud del cerebro», agregó.

 

Fuente: Health Day News