Las ampollas protegen la piel dañada mientras sana. Algunas requieren tratamiento y otras no. La necesidad de tratar una ampolla depende de su gravedad y de tu salud en general.
Qué hacer
- Si la ampolla es pequeña, no está abierta y no duele, es mejor dejarla así. Puedes taparla para evitar la fricción, lo que podría provocar que se hinche y reviente.
- No revientes una ampolla pequeña. Esto podría permitir que entren bacterias en su interior y causen una infección.
- Si la ampolla es grande o dolorosa, es necesario tomar medidas distintas para tratarla.
A continuación te mencionamos los pasos de primeros auxilios que debes seguir en caso de una ampolla más grave:
- Lávate las manos.
- Esteriliza una aguja con alcohol.
- Haz pequeños agujeros en el borde de la ampolla.
- Empuja suavemente el líquido.
- Aplica ungüento antibiótico.
- Ponte una venda.
- Si es posible, toma medidas para proteger el área de más roces o presiones.
Conoce más: Cuidado y prevención de ampollas: Pasos a seguir
Si tienes un sistema inmunológico comprometido, es más probable que contraigas una infección y no debes drenar la ampolla por tu cuenta. Sin embargo, es posible que tu proveedor de atención médica sugiera drenarla para ayudar a prevenir la infección.
Si una ampolla se abre por sí sola, realiza lo siguiente:
- Lava suavemente el área únicamente con agua limpia.
- Alisa el colgajo de piel rota sobre la piel recién expuesta, a menos que esté sucia, rasgada o tenga pus debajo.
- Aplica vaselina.
- Cúbrela con una venda.
- Cambia el vendaje cada vez que se moje. Quítatelo cuando te vayas a dormir para que la zona tenga oportunidad de airearse.
Fuente: Very Well Health