La neurosífilis se refiere a la infección del cerebro y la médula espinal por parte de la bacteria causante de la sífilis, una enfermedad de transmisión sexual. Esto puede llevar a la destrucción de muchas áreas del sistema nervioso, provocando la pérdida de la función de los brazos o piernas de una persona, así como pérdida de la visión y alteración de las capacidades mentales, así lo indica Michigan Medicine, en Estados Unidos.
La neurosífilis puede afectar a muchos sistemas corporales diferentes y puede desarrollarse durante un período prolongado. Los síntomas de la afección generalmente incluyen:
- Cambios de personalidad, como confusión e irritabilidad.
- Pérdida de la audición.
- Problemas de la vista.
- Disminución de la capacidad de concentración.
- Pérdida de memoria.
- Dificultad para hablar o comprender el habla.
- Temblor de dedos y labios.
- Dolores de cabeza leves.
- Apariencia desordenada.
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Otros síntomas pueden incluir:
- Caminar dando pasos amplios.
- Entumecimiento u hormigueo en manos o pies.
- Dolor muscular.
- Destrucción articular por falta de sensibilidad (articulación de Charcot).
- Incapacidad para controlar la orina o las heces (incontinencia urinaria o fecal).
La mayoría de las formas de neurosífilis tardan años en desarrollarse y pueden poner en peligro la vida. Las personas que también están infectadas con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) tienden a desarrollar signos de neurosífilis antes.
El tratamiento con antibióticos cura la infección por sífilis y detiene el progreso de la neurosífilis, pero es posible que el daño que ya ha ocurrido no pueda revertirse.
Si tienes más dudas sobre la neurosífilis, consulta a tu médico.