La mayoría de las personas poseen cuatro glándulas del tamaño de un chícharo, llamadas glándulas paratiroides, en la glándula tiroides que se ubica en el cuello. Aunque sus nombres son similares, las glándulas tiroides y paratiroides son completamente diferentes. Las segundas producen la hormona paratiroidea (HPT), que le ayuda a tu cuerpo a mantener el equilibrio adecuado de calcio y fósforo.

Si tus glándulas paratiroides producen demasiada o muy poca cantidad de esta hormona, se interrumpe dicho equilibrio. Si secretan HPT adicional, se producirá hiperparatiroidismo y aumentará el calcio en la sangre. En muchos casos, un tumor benigno en una glándula paratiroides es el causante de que esta se vuelve hiperactiva. En contraste, las hormonas adicionales pueden provenir de glándulas paratiroides agrandadas. Y muy raras veces, la causa es haber desarrollado cáncer.

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Si no produces cantidades suficientes de HPT, entonces padeces hipoparatiroidismo. Tu sangre tendrá muy poco calcio y demasiado fósforo. Las causas incluyen lesiones en las glándulas, trastornos endocrinos o condiciones genéticas. El tratamiento está dirigido a restablecer el equilibrio de calcio y fósforo.

Si tienes más dudas sobre la glándula paratiroides y sus problemas, consulta a tu médico.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine