Muchas personas recurren a los laxantes cuando experimentan estreñimiento. Si bien puede ser una buena opción cuando un profesional de la salud así lo recomienda, un cambio en el estilo de vida puede traer los mismos beneficios de manera natural.
Además, existen efectos secundarios ligados al consumo excesivo de estos fármacos. Algunos de ellos son: náuseas, vómitos, cólicos abdominales y diarrea. La deshidratación y el desequilibrio de electrólitos son más comunes en los niños que en los adultos.
Es importante aclarar que existen laxantes de venta libre seguros y eficaces para tratar el estreñimiento ocasional. Sin embargo, es muy importante leer atentamente las instrucciones de la etiqueta y usarlos según las indicaciones de un médico.
Recomendaciones
Antes de probar con laxantes, prueba estos cambios en el estilo de vida que te ayudan con el estreñimiento:
- Consume alimentos ricos en fibra, como salvado de trigo, frutas y verduras frescas. Un adulto promedio debe consumir entre 25 y 31 gramos de fibra por día.
- Bebe mucha cantidad de líquido todos los días, unos 8 o 10 vasos de bebidas descafeinadas no alcohólicas durante el día.
- Haz ejercicio con regularidad.
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Las mejoras en el estilo de vida alivian el estreñimiento en muchas personas. Si los problemas persisten a pesar de estos cambios, consulta a un profesional de la salud
Si has dado a luz recientemente, consulta a tu médico antes de usar laxantes. Aunque suelen ser seguros durante la lactancia, algunos ingredientes pueden pasar a la leche materna y provocar diarrea en los bebés en período de lactancia.
Recuerda que los laxantes orales pueden interferir en la absorción del cuerpo de algunos medicamentos y nutrientes. Algunos laxantes pueden provocar un desequilibrio electrolítico, especialmente después del uso prolongado. Sin olvidar que el uso excesivo de laxantes puede hacer que te vuelvas dependiente de ellos para ir al baño.
Si dependes de los laxantes para tener una evacuación, habla con tu médico y pídele a tu médico sugerencias sobre cómo dejar de usarlos progresivamente y restaurar la capacidad natural del colon para contraerse. ¡Cuídate!
Fuente: Mayo Clinic
