A medida que la artritis reumatoide (AR) avanza, el cuerpo sufre una serie de cambios. Algunos los puedes ver y sentir, mientras que otros no. Cada etapa de la AR viene con diferentes objetivos de tratamiento.
Etapa 1
La etapa 1 es la AR en etapa temprana. Muchas personas sienten dolor, rigidez o hinchazón en las articulaciones. Durante la etapa 1, hay inflamación dentro de la articulación. El tejido de la articulación se hincha. No hay daño en los huesos, pero el revestimiento de la articulación, llamado membrana sinovial, se inflama.
Etapa 2
La etapa 2 es la AR en nivel moderado. En esta etapa, la inflamación de la membrana sinovial provoca daño en el cartílago articular. El cartílago es el tejido que cubre el extremo de los huesos en el lugar de las articulaciones.
Cuando se daña el cartílago, las personas pueden experimentar dolor y pérdida de movilidad. El rango de movimiento en las articulaciones puede verse limitado.
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Etapa 3
Una vez que la AR ha progresado a la etapa 3, se considera grave. En este punto, el daño se extiende no solo al cartílago sino también a los huesos mismos. Dado que el cojín entre los huesos está desgastado, se frotarán entre sí.
Puede haber más dolor e hinchazón. Algunas personas pueden experimentar debilidad muscular y más pérdida de movilidad. El hueso puede dañarse (erosión) y puede ocurrir alguna deformidad.
Etapa 4
En la etapa 4, ya no hay inflamación en la articulación. Esta es la AR en etapa terminal, cuando las articulaciones ya no funcionan.
En la etapa terminal de la AR, las personas todavía pueden experimentar dolor, hinchazón, rigidez y pérdida de movilidad. Puede haber una reducción de la fuerza muscular. Las articulaciones pueden destruirse y los huesos fusionarse (anquilosis).
La progresión a través de las cuatro etapas puede llevar muchos años, y algunas personas no progresan a todas las etapas a lo largo de su vida.
Hay quienes experimentan períodos sin actividad de AR. En algunos casos, esto puede significar que la AR ha entrado en remisión.
Fuente: Healthline
