Los calambres nocturnos en las piernas son contracciones involuntarias y dolorosas de los músculos que, por lo general, ocurren cuando estás acostado. La mayoría de las veces, no es posible identificar la causa, aunque suelen deberse a la fatiga muscular y a problemas nerviosos.

De acuerdo con especialistas de Mayo Clinic, el riesgo de padecer calambres nocturnos en las piernas suele aumentar con la edad. Asimismo, las mujeres embarazadas enfrentan un mayor riesgo de experimentar este malestar.

Calambres nocturnos, ¿similares a las piernas inquietas?

Si bien algunas personas confunden el síndrome de piernas inquietas con los calambres nocturnos en las piernas, se trata de enfermedades distintas. En general, el dolor no es algo característico del síndrome de piernas inquietas, aunque algunas personas lo describen como doloroso.

Conoce más: Síndrome de las piernas inquietas, ¿cuáles son las causas?

Recomendaciones

Entre las actividades que pueden ayudar a evitar los calambres en las piernas durante la noche se incluyen las siguientes:

  1. Bebe mucho líquido para evitar la deshidratación.
  2. Estira los músculos de las piernas o utiliza una bicicleta fija algunos minutos antes acostarte.
  3. Afloja las mantas al pie de la cama.
  4. Visita a un médico si los calambres son recurrentes.
  5. Haz ejercicios para combatir los calambres, por ejemplo:
    • Flexiona el pie hacia arriba en dirección de la cabeza.
    • Masajea el músculo acalambrado con las manos o con hielo.
    • Camina o sacude la pierna
    • Date una ducha caliente o toma un baño tibio.

Para la mayoría de las personas, los calambres en las piernas durante la noche son una molestia pasajera, algo que te despierta sobresaltado ocasionalmente. Sin embargo, en algunos casos, es posible que debas consultar a un médico.

Consulta a un profesional de la salud si tienes problemas en tu desempeño durante el día, debido a que los calambres en las piernas interrumpen tu sueño. De igual forma, consulta a un experto en salud si presentas debilidad muscular o atrofia.

 

Fuente: Mayo Clinic