Una prueba de laboratorio es un procedimiento en donde un médico toma una muestra de sangre, orina, otros fluidos corporales o tejido corporal para obtener información sobre tu salud. Las pruebas de laboratorio suelen utilizarse para ayudar a diagnosticar o detectar una enfermedad o condición específica. Las pruebas de detección permiten diagnosticar enfermedades antes de que se presenten los síntomas. Otras pruebas se usan para monitorear una enfermedad o para saber si el tratamiento es efectivo. También se pueden realizar pruebas de laboratorio para otorgar información más general sobre tus órganos y sistemas corporales.

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Para cualquier tipo de prueba de laboratorio, debes prepararte de la siguiente forma:

  • Sigue todas las instrucciones que te dé tu proveedor de atención médica.
  • Informa a tu proveedor o profesional de laboratorio si no seguiste las instrucciones al pie de la letra. Es importante ser honesto(a). Incluso un pequeño cambio en las instrucciones puede tener un gran efecto en tus resultados. Por ejemplo, algunos medicamentos elevan o reducen los niveles de azúcar en sangre. Tomarlos demasiado cerca de una prueba de glucosa sanguínea podría afectar tus resultados.
  • Informa a tu proveedor sobre cualquier medicamento, vitamina o suplemento que estés tomando.

Seguir estos pasos puede ayudar a garantizar que tus resultados sean precisos y confiables.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine