Los centros de vida asistida brindan vivienda y servicios a personas que necesitan ayuda con su cuidado diario. Es posible que requieran asistencia para vestirse, bañarse, tomar sus medicamentos y limpiarse. Pero no requieren la atención médica que otorga un hogar de ancianos. La vida asistida permite a los residentes vivir de manera más independiente.

Estas instalaciones o centros también reciben otros nombres, como residencias para el cuidado de adultos o residencias de atención personalizada. Generalmente, varían en tamaño, y suelen atender de 25 a 120 residentes o más, quienes suelen vivir en sus propios departamentos o habitaciones y comparten zonas comunes.

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Las instalaciones suelen ofrecer distintos niveles de atención. Los residentes pagan más por los niveles más altos. Los tipos de servicios que ofrecen suelen variar de un lugar a otro, y pueden incluir:

  • Hasta tres comidas al día
  • Asistencia con el cuidado personal, como bañarse, vestirse, comer, acostarse y levantarse de la cama o las sillas, moverse y usar el baño
  • Ayuda con los medicamentos
  • Limpieza interna
  • Lavandería
  • Supervisión, seguridad y personal en el lugar las 24 horas
  • Actividades sociales y recreativas
  • Transporte

Los residentes suelen ser adultos mayores, incluidos aquellos que padecen Alzheimer u otros tipos de demencia. No obstante, en algunos casos, los residentes pueden ser más jóvenes y tener enfermedades mentales, discapacidades del desarrollo o ciertas afecciones médicas.

Si deseas saber más sobre los centros de vida asistida, consulta a tu médico.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine