Los productos que utilizas para limpieza, carpintería, reparación de automóviles, jardinería y muchos otros usos domésticos pueden contener ingredientes capaces de dañarte a ti, a tu familia y al medio ambiente.
Tales productos incluyen los siguientes:
- Limpiadores de hornos y desagües
- Productos de limpieza y desinfección, incluidos blanqueadores y limpiadores antibacterianos
- Detergente en polvo
- Pulimento para pisos
- Diluyentes, decapantes y removedores de pintura
- Pesticidas
- Eliminadores de grasa y óxido
- Aceite de motor y aditivos para combustibles
- Suministros para artes y manualidades
Las sustancias tóxicas que se encuentran en estos productos pueden ocasionar daño si se inhalan, tragan o absorben a través de la piel. Las personas responden a las sustancias tóxicas de diferentes maneras. En dosis elevadas, tales sustancias pueden causar defectos de nacimiento u otros problemas graves, como daño cerebral o muerte.
Para evitar problemas de salud, mantén los productos en los envases en los que vienen y utilízalos exactamente como señala la etiqueta. Sigue las instrucciones de esta o busca ayuda médica si los tragas o los inhalas, o si entran en contacto con tu piel.