i-hombre-diabetesEn las personas con diabetes tipo 1, las células naturales productoras de insulina –hormona metabólica– son destruidas por su sistema inmunitario; por ello, durante los últimos 20 años, los científicos han intentado ayudar al cuerpo a crear nuevas células que produzcan esta sustancia y reemplacen la que se pierde con la enfermedad.

«La búsqueda del ‘santo grial’ es producir una fuente de células productoras de insulina para un trasplante, o convertir las propias células del cuerpo para que hagan suficiente insulina», explicó un especialista en el tema, el doctor Derek LeRoith, profesor de medicina y diabetes de la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai.

La buena noticia en este sentido es que algunos científicos del Centro Médico de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York, tienen la esperanza de que en el futuro las células del intestino humano puedan ser reentrenadas para que produzcan insulina.

Y es que a través de un estudio, estos investigadores obtuvieron nuevos hallazgos que se muestran promisorios para el desarrollo de un tratamiento para esta enfermedad que no involucre células madre. Estos resultados partieron al desactivar un gen en particular –conocido como FOXO 1– con lo que lograron convertir las células en el intestino humano en células que producen insulina.

Así, explicaron que estos hallazgos sugieren que “reeducar” a las células existentes podría ser una forma más fácil de reemplazar las que se han perdido en la diabetes tipo 1.

El estudio, que se publicó en la edición en línea de la revista Nature Communicatios, recreó un modelo de tejido del intestino humano. Entonces, reentrenaron a las células intestinales para que produjeran insulina al desactivar el gen.

Las células modificadas comenzaron a emitir insulina en alrededor de una semana y sólo liberaron esta sustancia en respuesta al azúcar.

Así, este estudio, junto con otros parecidos, podría ser la base para el desarrollo futuro de células productoras de insulina. En todo caso, la investigación está en sus primeros pasos, pero los investigadores siguen entusiasmados.

Vía: MedlinePlus