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La ciencia actualmente investiga la conexión entre la dieta y la esclerosis múltiple (EM). El objetivo es determinar si la elección de alimentos puede ayudar a controlar la enfermedad, prevenir los brotes y retrasar su progresión.

Algunas personas recomiendan evitar los lácteos o seguir dietas específicas. Asimismo, ciertos estudios sugieren que los productos lácteos pueden empeorar la EM. Los patrones dietéticos o los nutrientes específicos pueden influir en las recaídas de la afección.

Se sabe que existe un aumento de la inflamación durante una recaída de la EM. También hay información de que ciertos patrones dietéticos pueden reducir la inflamación. La esperanza es que los alimentos y los nutrientes puedan contribuir a reducir los síntomas y retrasar la progresión de la EM. 

Productos lácteos y cómo afectan a la EM

Algunos estudios muestran que una dieta alta en grasas saturadas puede aumentar la inflamación en el cuerpo.

Las grasas saturadas se encuentran principalmente en productos animales. Los productos lácteos son una fuente de grasas saturadas. La leche entera y el yogur, la crema, el queso, la mantequilla y el helado contienen grasas saturadas. Otras fuentes de dichas grasas incluyen carne, piel de ave, coco y yemas de huevo.

Siempre es difícil determinar exactamente qué partes de la dieta pueden ser un problema. Una dieta típica de América del Norte posee un alto contenido de grasas saturadas, pero también de carbohidratos refinados. Los granos blancos, refinados y los alimentos con alto contenido de azúcar también están relacionados con la inflamación. En su lugar, puede ser más útil observar patrones dietéticos completos.

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¿Debería evitar los lácteos en su dieta para la EM?

No es recomendable que todas las personas que viven con EM eviten los lácteos. Los productos lácteos aportan nutrientes como proteínas, calcio y vitamina D.

Necesitamos proteínas para construir y reparar las células del cuerpo. También juegan un papel en el mantenimiento de un sistema inmunológico fuerte. Otras fuentes de proteína incluyen a las nueces, semillas, frijoles, pescado y mariscos.

La vitamina D y el calcio son importantes para la salud ósea. Las personas con EM deben asegurarse de tener suficiente, ya que tienen un mayor riesgo de osteoporosis. De hecho, tener niveles más altos de vitamina D en la sangre se asocia con mejores resultados en estos pacientes.

Por ello, si tienes EM, quizás desees analizar los cambios en tu dieta con tu proveedor de atención médica para abordar inquietudes específicas. Es posible que una dieta sin lácteos no sea adecuada para todos. No obstante, si decides reducir o eliminar los lácteos, existen otras formas de satisfacer tus necesidades de nutrientes.

Algunas de ellas incluyen:

  • Bebidas alternativas a la leche con calcio agregado, como bebidas de soya, almendras y avena
  • Jugo de naranja fortificado con calcio
  • Sardinas y salmón enlatado con espinas
  • Verduras de hoja verde
  • Tofu y frijoles
  • Algunas nueces y semillas

 

Vía: Healthline