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Gracias a una nueva intervención educativa ideada en forma de mensajes de texto y correos electrónicos, fue posible aumentar la adherencia de un grupo de padres a las prácticas de sueño seguro para sus bebés, así lo revelaron investigadores de las universidades de Yale, de Virginia y de Boston en un estudio conjunto que se publicó esta semana en la revista Journal of the American Medical Association.

Los investigadores probaron dos tipos diferentes de intervenciones educativas. La primera, un programa complementario en el que las enfermeras enseñaban a los nuevos padres sobre las prácticas seguras de sueño para sus bebés mientras aún estaban en el hospital, no tuvo un efecto significativo en la adhesión de los padres a los hábitos de sueño seguros recomendados. Sin embargo, la segunda intervención —un programa móvil de videos y mensajes informativos— mejoró significativamente la adhesión de los padres a las prácticas recomendadas para el sueño seguro de sus pequeños.

Llevando a cabo estas prácticas es posible reducir el riesgo del Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL), que se refiere a la muerte repentina e inesperada de un niño menor de 1 año de edad, en cuya autopsia no se revela una causa explicable del fallecimiento. En Estados Unidos por ejemplo, aproximadamente 3,500 niños murieron mientras dormían durante 2014 debido a SMSL, estrangulamiento, asfixia o causas desconocidas. Las prácticas de sueño seguras recomendadas en este estudio incluyeron: colocar al bebé (en la cuna o donde vaya a dormir) sobre su espalda, no de costado o sobre su estómago; mantenerlo en la habitación con su madre pero no en la misma cama; evitar cualquier ropa de cama blanda que pudiera estrangularlos o sofocarlos; y evitar el uso de chupones. Tales prácticas han demostrado reducir el riesgo de SMSL.

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«Habíamos estado observando la prevalencia de las prácticas de sueño seguro durante mucho tiempo», indicó Eve Colson, profesora de pediatría en la Escuela de Medicina de Yale, «y me sentía bastante motivada sobre hacer este estudio que toma lo que sabemos acerca de la prevalencia del sueño seguro y evalúa una intervención que podría ayudar a mejorar la adherencia a las prácticas de sueño seguro consideradas el ‘estándar de oro'».

Según el trabajo, los videos móviles para educar a los nuevos padres sobre las prácticas seguras de sueño infantil lograron tasas de 92.5% para dormir de espalda y 85.9% para dormir en la misma habitación sin compartir camas, dos de los pasos críticos hacia la reducción del SMSL. Dichas tasas son mucho más altas que las del grupo que recibió sólo la intervención hospitalaria sobre las prácticas de sueño seguro, y también son más altas que las alcanzadas por las intervenciones analizadas en investigaciones previas.

De acuerdo con Colson, aunque la nueva intervención móvil todavía no está disponible para el público, aconsejó a los nuevos padres seguir las pautas que se les enseña en los hospitales, pues en general guían por el camino correcto. «Continúa siguiendo las prácticas de sueño seguro que te muestran [los hospitales], pues son las recomendadas por la Academia Americana de Pediatría«. En el caso de México, son las recomendadas por la Secretaría de Salud y la Academia Mexicana de Pediatría.

 

Vía: Yale News