Gracias a una nueva investigación ahora se sabe que además de mamá, el ser un papá dedicado, es decir, que está más involucrado que nunca en la vida de sus hijos, otorga beneficios enormes a la salud de estos últimos.
El reporte fue emitido recientemente por la Academia Americana de Pediatría, el cual estudió por primera vez la paternidad durante más de una década.
La investigación también halló que un creciente número de los padres que se quedan en casa en realidad son papás, no mamás. La Academia dice que la influencia de los padres tiene un impacto único en la salud de los niños que empata muy bien con el papel de la madre. Por ejemplo, su estilo más rudo de jugar podría animar a los niños a explorar y tomar riesgos en una manera y entorno seguros.
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Los papás tienden a comunicarse de una manera diferente con los bebés y los niños pequeños, ya que suelen enseñarles palabras nuevas, lo cual puede estimular el desarrollo del lenguaje. Asimismo, los adolescentes con papás comprometidos tienen menos probabilidad de participar en conductas de riesgo o de estar deprimidos.
Sin embargo, el reporte indica que aunque los papás están mucho más involucrados en el cuidado de sus hijos, todavía enfrentan barreras laborales y culturales debido a estereotipos anticuados.
La Academia apoya las ausencias pagadas para madres y padres, y recomienda que los pediatras tengan comunicación acerca del bienestar de los hijos con los papás así como lo tienen con las mamás, comenzando desde el nacimiento.
Vía: HealthDay News
