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El peligro y el alcance de la pandemia de COVID-19 ha trastocado la vida «normal» de miles de millones de personas alrededor del mundo, llevando a que experimenten una confusión emocional inesperada.

Aunque es posible que muchos no se den cuenta, tal confusión emocional puede y está causando síntomas de trauma, que se han manifestado tanto en niños como en adultos. Asimismo, estos pueden tener efectos graves en la salud física y mental si no se tratan.

Entendiendo el trauma dentro del contexto de la pandemia

Pese a ello, no es raro que la gente minimice la naturaleza traumática de la pandemia mundial que actualmente vivimos. Después de todo, la palabra «trauma» se ha asociado históricamente con experiencias violentas.

Sin embargo, no es necesario experimentar violencia para experimentar un trauma.

“Generalmente, el trauma del trastorno de estrés postraumático (TEPT) se define como estar expuesto a un evento traumático, como una agresión sexual, una guerra, un accidente automovilístico o abuso infantil”, señala el doctor Julian Lagoy, psiquiatra de la organización Community Psychiatry, en California (Estados Unidos). «No obstante, la pandemia actual de COVID-19 tiene cualidades que califican como una experiencia traumática, ya que tiene un costo físico y emocional en muchas personas».

Según Lagoy, uno de los indicadores clave del trauma del TEPT es ver al mundo como un lugar peligroso. Y la pandemia actual ha provocado ese miedo en una gran parte de la población.

“Algunas personas durante esta pandemia se sienten más en guardia o inseguras, tienen un aumento de pensamientos y sentimientos negativos y tienen problemas para dormir y concentrarse, así como síntomas de TEPT”, indicó Lagoy.

Investigaciones recientes muestran que los trabajadores de la salud están experimentando niveles elevados de trauma debido al COVID-19.

Y aunque todavía no tenemos datos sobre el trauma que experimentan las personas fuera de los entornos de atención médica, los informes anecdóticos sugieren que tanto los niños como los adultos están experimentando un trauma masivo.

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¿Qué pasa con los niños?

“Cada vez que un niño se siente extremadamente inseguro, fuera de control o en riesgo de sufrir lesiones graves, enfermedades o la muerte, la experiencia puede ser traumática para ellos”, destacó Katie Lear, terapeuta infantil especializada en traumas y ansiedad infantiles.

«Curiosamente, los niños que son testigos de la experiencia peligrosa o que amenaza la vida de sus padres se ven tan profundamente afectados, como si les hubiera sucedido a ellos directamente», apuntó.

La especialista explica que la pandemia nos ha dejado a muchos de nosotros, incluidos los niños, sintiéndonos completamente fuera de control.

Y la pérdida de la rutina, la interrupción de la escuela y de las reuniones familiares, así como la incapacidad de interactuar con nuestros seres queridos como lo hacíamos antes, no solo desorienta a los niños, sino que incluso puede ser peligroso.

Lear también menciona que los niños que ven muchas noticias parecen mostrar más síntomas, posiblemente debido a la exposición repetida a material de naturaleza traumática en la televisión o en Internet.

En cuanto a los adultos, la experta cree que más personas están experimentando la pandemia como un evento traumático como resultado de su mayor capacidad para comprender la muerte y los posibles riesgos asociados a la COVID-19.

“Incluso si un adulto no se ha visto afectado personalmente por la pandemia, es posible desarrollar un trauma indirecto simplemente al ver sufrir repetidamente a otros”, refirió Lear.

Trauma en los sobrevivientes de COVID-19

Respecto a los sobrevivientes de COVID-19, un nuevo estudio publicado en la revista JAMA Psychiatry revela que estas personas experimentan tasas significativas de TEPT.

El trabajo examinó datos de 381 pacientes que acudieron a la unidad de emergencias de hospitales para ser tratados por coronavirus. La mayoría de ellos fueron hospitalizados.

Se encontró que 30.2% de esos pacientes desarrolló TEPT, 17.3% mostró rasgos de un episodio depresivo y 7% experimentó ansiedad.

El desarrollo de TEPT fue mayor en personas con un historial de trastornos psiquiátricos y delirio durante la fase aguda de la enfermedad, así como entre las mujeres.

Según la investigación, quienes desarrollaron TEPT fueron más propensos a informar síntomas prolongados de COVID-19.

Otro estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oxford y publicado en la revista de The Lancet Psychiatry, descubrió que 1 de cada 5 sobrevivientes de COVID-19 desarrolló síntomas psiquiátricos.

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Cómo reconocer los signos de trauma

El primer paso para abordar el trauma y obtener ayuda para quienes la requieren es reconocer la existencia de dicho trauma.

Con los niños pequeños, Lear subraya que los padres deben buscar signos de regresión, cosas como mojar la cama repentinamente o volver a hacer berrinches, aunque esos comportamientos ya hayan terminado.

“Las alteraciones del sueño, como las pesadillas recurrentes, estén o no relacionadas con virus, pueden ser otro indicador, especialmente cuando ocurren junto con otros síntomas”, explicó Lear.

Con los niños mayores, comenta que los padres deben estar atentos a que sus hijos describan sentimientos de entumecimiento o desesperanza, o expresen menos optimismo sobre sus metas y planes futuros como resultado del COVID-19.

Lagoy indica que los adultos también deben prestar atención a sus propios síntomas, sobre todo si son sobrevivientes de la enfermedad. Explica que algunos signos preocupantes de trauma entre los adultos pueden incluir «un aumento de pensamientos, sentimientos o pesadillas perturbadores relacionados con la pandemia, como los sueños de olvidar ponerse una máscara» o incluso morir.

Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, el trauma puede manifestarse en una larga lista de síntomas físicos, cognitivos y emocionales, que incluyen (pero no se limitan a):

  • Náuseas y vómitos
  • Dolores de cabeza
  • Apretar la mandíbula
  • Confusión
  • Pobre concentración
  • Problemas de memoria
  • Ansiedad
  • Miedo
  • Irritabilidad

RECUERDA: Si tú, tus hijos o un ser querido presentan cualquiera de estos síntomas, es importante que acudan con un médico y un profesional de la salud mental a la brevedad, para así evitar que escalen a un problema mayor que ponga en peligro la salud integral.

 

Vía: Healthline / Daily Progress