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De acuerdo con un nuevo estudio publicado en la revista Pediatrics, los niños con ciertas discapacidades corren el riesgo de sufrir maltrato y descuido por parte de sus padres, tutores o cuidadores.

Los investigadores hallaron que los niños con problemas intelectuales, mentales y de comportamiento son más propensos al descuido y al maltrato.

Utilizando los registros médicos y de salud de más de 500 mil niños de Australia Occidental, los especialistas determinaron que los menores con discapacidades constituían alrededor del 10% de la población entre 1990 y 2010; sin embargo, representaban casi el 30% de las acusaciones de maltrato comprobadas. De igual manera, los niños con problemas mentales, intelectuales y de conducta (desde depresión y ansiedad hasta retrasos en el desarrollo o trastornos de la personalidad) mostraron el mayor riesgo.

En contraste, los niños con autismo registraron el menor riesgo, y aquellos con síndrome de Down o defectos de nacimiento (como espina bífida) tenían el mismo riesgo que los menores sin discapacidad.

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De acuerdo con Melissa O’Donnell, investigadora del Telethon Kids Institute de la Universidad de Australia Occidental y autora líder del estudio, «se necesitan apoyos para que las familias de los niños con discapacidades no sólo puedan satisfacer las necesidades de salud y desarrollo del niño, sino también para apoyar a los padres en el manejo de la situación frecuentemente más compleja que enfrentan al criar a sus hijos«.

Esto revela que debe existir una cooperación coordinada entre los servicios de protección infantiles, las instituciones de salud, las escuelas y las familias, a fin de brindar la mejor atención y cuidados a estos niños.

Los expertos también señalaron que los padres o tutores no necesariamente son quienes perpetran el abuso, ya que puede hacerlo cualquier cuidador, nana o niñera; o un compañero o compañeros de escuela. Por ello, los papás deben ser sumamente cautelosos al momento de encargar a sus hijos con alguien más y vigilar en todo momento la interacción social de sus hijos a nivel escolar.

 

Vía: Health Library