Todos necesitamos hacer actividad física para mantener una buena salud. Sin embargo, casi la mitad de los adultos con discapacidades que pueden activarse, no lo hacen.
Sigue estos consejos y ¡actívate!
1. Visita al médico.
- Habla con tu médico sobre el tipo y la cantidad de actividad física adecuada para ti.
- Menciónale los obstáculos que tienes para hacer actividad física.
- Pídele que te ponga en contacto con recursos y programas que te ayuden a comenzar a realizar actividad física o a mantener tu nivel actual.
2. Actívate a tu manera.
- Decide qué cantidad de actividad física es adecuada para ti, según tu nivel de estado físico.
- Decide qué tipo de actividad física disfrutas hacer e intégrala a tu vida diaria. Trabajar en el jardín, hacer tareas activas en el hogar, pasearse en silla de ruedas, caminar rápidamente, bailar, nadar, jugar fútbol, tenis o baloncesto en silla de ruedas son ejemplos de actividades físicas que mejoran la salud y el bienestar.
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3. Comienza lentamente.
- Comienza según tu capacidad y nivel de estado físico. Si es necesario, haz actividad física en sesiones de al menos 10 minutos por vez. Luego aumenta lentamente en las siguientes semanas.
4. Diviértete con tu familia y amigos.
- Es más fácil mantenerse activo cuando se tiene el apoyo de la familia y amigos. Invita a tus seres queridos a participar en la diversión. Por ejemplo, podrían jugar juntos afuera con la pelota, bailar, caminar o pasear por el vecindario.
Vía: Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades
