El exceso de velocidad es considerado el error mortal más común que cometen los nuevos conductores adolescentes, y los padres no están haciendo lo suficiente para ayudar a que sus hijos conduzcan un auto de forma segura; así lo afirman expertos en seguridad de tráfico de Estados Unidos.
En los últimos cinco años, se produjeron casi 14,000 accidentes fatales que involucraron a conductores adolescentes, y eso únicamente en el país norteamericano. El exceso de velocidad fue un factor en más de 4,200 de estos accidentes, detalló la Asociación Americana de Automóviles (AAA).
«Los padres involucrados realmente pueden ayudar a salvar vidas, por lo que es importante que entrenen a sus adolescentes para que reduzcan la velocidad, así como para evitar otros errores comunes«, destacó Bill Van Tassel, gerente de operaciones de formación de conductores de la AAA.
Una encuesta de 142 instructores de conducción a nivel nacional reveló los tres principales errores cometidos por los adolescentes cuando están aprendiendo a conducir:
- Conducir por encima de los límites de velocidad o demasiado rápido para las condiciones del camino.
- Ser distraído por un teléfono celular, por los pasajeros o por alguna otra cosa en el auto.
- No poder divisar correctamente el camino para riesgos o peligros.
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Además, el 65 por ciento de los instructores de conducción dijo que los padres de hoy son peores preparando a sus adolescentes para conducir que como lo hacían hace una década. Y menos ayuda que muchos conductores adultos reporten conductas peligrosas detrás del volante.
«Casi dos tercios de las personas lesionadas o muertas en un choque que involucró a un conductor adolescente de hecho son otros adolescentes», subrayó Van Tassel.
Investigaciones previas hallaron que a los adolescentes cuyos padres les imponen límites más estrictos de conducción, tienen un menor número de violaciones de tráfico y de accidentes. La AAA ha descrito una serie de recomendaciones para que los padres puedan ayudar a sus adolescentes que están aprendiendo a conducir.
Estas incluyen: discusiones regulares sobre los peligros de ir a exceso de velocidad y de las distracciones; practicar el manejar con los adolescentes en condiciones variables; crear y aplicar un acuerdo sobre normas de conducción; y poner el ejemplo.
«Los padres juegan un importante papel importante en mantener nuestras carreteras seguras», dijo Ryan. «La mayoría de los adolescentes están aprendiendo habilidades de conducción importantes a partir de observar a sus padres, y son ellos los que recogen los malos comportamientos, junto con los buenos. Por lo que toca a los padres de hoy en día dar un buen ejemplo. Al final podrían terminar salvando la vida de sus hijos».
Vía: Health Day News
