¿Tus hijos no paran de pelear durante la cuarentena? ¿Ya te cansaste de escuchar «¡Él/ella empezó!» y de ser el intermediario constante que debe calmarlos y castigarlos? Entonces pon atención a este artículo. Generalmente, los padres creen que, a corto plazo, es más rápido que participen y resuelvan el conflicto que tienen sus niños, pero dicha estrategia solo hace que acudan a mamá o papá una y otra vez para resolver problemas futuros. En su lugar, lo que debes hacer es enseñarles habilidades para resolver problemas. Por ello, te dejamos algunos consejos sobre cómo hacerlo:

1. Haz que tus hijos identifiquen una meta. Por ejemplo, si ambos niños quieren jugar con la misma pelota, el objetivo sería que ambos jueguen con la pelota.

2. Anima a tus hijos a enumerar todas las soluciones posibles para ayudarlos a alcanzar sus objetivos antes de evaluar cualquier solución individual. Incluso si ves grandes señales de alerta y consecuencias negativas, agrega esa solución a la lista para que tus hijos puedan tener la oportunidad de evaluar la idea por sí mismos.

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3. Ahora, haz que tus niños describan lo que podría suceder para cada idea de solución:

  • Ejemplo 1: Podría quitarle la pelota a mi hermana, pero ella podría intentar quitármela.
  • Ejemplo 2: Mi hermana y yo pudimos jugar con la pelota durante 10 minutos por separado.
  • Ejemplo 3: Podría jugar con la pelota con mi hermana.

4. Luego, haz que tu hijo(a) clasifique las soluciones basándose en cuál de ellas le permite llegar más fácil a la meta, poniéndole una clasificación de «1» a la más cercana a la meta. Jugar con la pelota durante 10 minutos podría clasificarse en el primer sitio (1) para el niño. Hacer que la hermana le devuelva la pelota al niño podría clasificarse en el último lugar (3).

5. Finalmente, haz que tu hijo pruebe la solución clasificada en la primera posición y luego evalúa lo que sucedió. La repetición de este proceso durante conflictos futuros permite a los niños aprender a resolver problemas de forma independiente con el tiempo. También es posible que escuches el clásico «¡Él/ella empezó!» con menos frecuencia.

RECUERDA: Mientras tus hijos intentan resolver el conflicto juntos, tómate un tiempo para exhalar. Levanta los pies, lee un libro o una revista durante unos minutos y bebe una bebida caliente. No olvides que todos estamos juntos en esta crisis por COVID-19, y debemos superarla de igual forma, juntos.

 

Vía: Harvard Medical School