Sentarse detrás de un escritorio durante horas no debe ser sinónimo de dolor de cuello y espalda, ni de dolor en las muñecas y los dedos después de cierto tiempo. Tener la ergonomía adecuada en tu oficina, que incluye ajustar tu silla a la altura correcta, tener un espacio adecuado para tu equipo y una buena postura mientras estés sentado en tu escritorio, pueden ayudarte tanto a ti como a tus articulaciones a mantenerse cómodos y protegidos en el lugar de trabajo, así lo señala la Clínica Mayo, en Estados Unidos.

Ante ello, la clínica nos brinda esta guía para que tu estación de trabajo sea cómoda y ergonómica:

Elige la silla correcta

Elige una silla que se adapte a las curvas de tu columna. Ajusta la altura de tu silla para que tus pies descansen planos sobre el piso o sobre el reposapiés de la silla (si cuenta con uno), cuidando que tus muslos queden paralelos al piso. Ajusta los apoya brazos para que tus brazos descansen suavemente sobre ellos con los hombros relajados.

Acerca los objetos clave

Mantén los objetos clave, como tu teléfono, engrapadora o materiales impresos, cerca de tu cuerpo para minimizar el alcance. Ponte de pie para tomar cualquier cosa que no puedas alcanzar cómodamente mientras estés sentado(a).

Teclado y ratón al alcance de la mano

Coloca tu mouse al alcance de la mano y en la misma superficie que tu teclado. Mientras escribes o usas el mouse, mantén las muñecas rectas, la parte superior de los brazos cerca de tu cuerpo y las manos a la altura de los codos o ligeramente por debajo. Usa métodos abreviados de teclado para reducir el uso prolongado del mouse. Si es posible, ajusta la sensibilidad del mouse para que puedas operarlo con solo un toque ligero. Alterna la mano que usas normalmente para operar el ratón moviéndolo al otro lado del teclado.

Conoce más: «Prueba de la pared» para una buena postura: 5 pasos para realizarla

Pon tu teléfono cerca y en altavoz

Si hablas por teléfono con frecuencia y sueles escribir al mismo tiempo, activa el altavoz o utiliza un auricular o manos libres, en lugar de colocar el teléfono entre la cabeza y el cuello.

Consigue un reposapiés

Si tu silla es demasiado alta para que descanses los pies sobre el piso, o si la altura de tu escritorio requiere que levantes más la altura de tu silla, usa un reposapiés. Si no hay un reposapiés disponible, intenta usar un taburete pequeño o una pila de libros de pasta gruesa.

Debajo del escritorio, asegúrate de que haya espacio para tus rodillas, muslos y pies. Si el escritorio es demasiado bajo y no se puede ajustar, coloca tablas o bloques resistentes debajo de las patas de este. Si el escritorio es demasiado alto y no se puede ajustar, levanta la silla. Usa un reposapiés para apoyar tus pies según sea necesario. Si el escritorio tiene un borde duro, acóplalo o usa un reposamuñecas. No almacenes artículos debajo de tu escritorio.

Monitor o pantalla frente a ti

Coloca la pantalla o monitor directamente frente a ti, a un brazo de distancia. La parte superior de la pantalla debe estar a la altura de los ojos o ligeramente por debajo de ella. El monitor debe estar directamente detrás de tu teclado. Si usas lentes bifocales, baja el monitor de 2 a 5 cm adicionales para que tengas una visualización más cómoda. Coloca tu pantalla de modo que la fuente de luz más brillante se encuentre a un costado.

RECUERDA: Si aún siguiendo esta guía sientes algún tipo de dolor articular o lumbar persistente que creas se debe a tu rutina de oficina, acude a la brevedad con un médico.

 

Vía: Mayo Clinic