El pie de atleta es una infección micótica (causada por hongos) que es fácil adquirirla en áreas o espacios de uso común, como pueden ser los vestidores, las duchas o las piscinas. Médicamente se le denomina “tiña podal”, y puede durar por mucho o poco tiempo, reapareciendo incluso después del tratamiento.
Ante ello, la Asociación Americana de Medicina Podológica nos menciona estos posibles síntomas:
- Piel escamosa y sequedad de la piel, especialmente entre los dedos.
- Piel inflamada y picazón en la piel.
- Tener una sensación de ardor y picazón, que puede empeorar con el tiempo.
- Tener ampollas que se abren y supuran, causando dolor e hinchazón.
Recuerda que el pie de atleta aparece una vez que cierto hongo prolifera sobre la piel de los pies. Además de los dedos del pie, también puede presentarse en los talones, las palmas de las manos y entre los dedos de las manos.
El pie de atleta es el tipo más común de infecciones micóticas por tiña. Normalmente, el hongo prospera en áreas cálidas y húmedas. Algunos factores que incrementan el riesgo de contraer esta afección incluyen: usar calzado cerrado, especialmente si es recubierto con plástico, mantener los pies húmedos por periodos prolongados, transpirar mucho y desarrollar una lesión menor en las uñas o en la piel.
El pie de atleta puede transmitirse por contacto directo o por contacto con artículos tales como zapatos, calcetines y superficies de piscinas o duchas.
Las cremas o polvos antimicóticos de libre venta ayudan a controlar la infección. Generalmente contienen clotrimazol, miconazol o tolnaftato. Sigue usando el medicamento durante 1 a 2 semanas después de que la infección haya desaparecido para evitar que reaparezca.
Si después de 2 a 4 semanas la infección no mejora o reaparece frecuentemente consulta a tu médico.
Vía: HealthDay News, National Library of Medicne
