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riesgos de idealizar la belleza del cuerpo.2Es común que si nos proponemos perfeccionar algún rasgo físico de nuestra persona seamos capaces de conseguirlo. Y, de la misma forma, quienes creen que es imposible mejorar la inteligencia o la creatividad suelen cultivar menos dichas áreas, en comparación con las personas que las dominan por naturaleza. Esta observación es válida para una amplia gama de supuestos, que ha gestado la creencia de que la predisposición mental al perfeccionamiento personal es intrínsecamente buena. Sin embargo, de acuerdo con dos estudios publicados a finales del año pasado en la revista Social Cognition, ha surgido una primera excepción importante a esta regla en lo referente a la belleza del cuerpo.

Investigadores de la Universidad estatal de Oklahoma, EU, hallaron que las mujeres que tienen creencias maleables sobre su belleza (convencidas de que pueden ser más bellas si se esfuerzan en ello) mostraron un mayor riesgo de sentir ansiedad en cuanto a su apariencia, siendo más probable que basaran su valor como personas en el aspecto y presencia física, en comparación con otras personas convencidas de que su belleza era inmutable. Además, el primer grupo denotó más interés por la cirugía estética. Dichos efectos no fueron observados en los hombres.

Para que una creencia maleable sobre algo resulte benéfica dependerá de cuán realista sea esa ambición. Los ideales de belleza típicos presentados diariamente por los medios de comunicación (personas jóvenes, esbeltas, impecables, retocadas con Photoshop) resultan inalcanzables para la mayoría de la gente, sobre todo de las mujeres.

Investigaciones previas han demostrado que las creencias maleables permiten reforzar la motivación. «Eso es bueno si estamos hablando de ampliar estudios o de perfeccionar nuestras destrezas matemáticas«, expuso Melissa Burkley, coautora del estudio y profesora de psicología social. «Pero cuando el dominio es tan poco realista como los modelos de belleza que hoy se proponen a las mujeres, reforzar la motivación puede conducir a comportamientos contraproducentes«.

Es importante que estos ideales de belleza no reduzcan la visión sobre nuestro cuerpo, ya que podrían llevarnos a realizar prácticas inadecuadas para nuestra salud. Es imperativo recordar que la verdadera belleza se obtiene con buenos hábitos, llevando una vida sana y teniendo la seguridad de que con ello nos veremos y sentiremos más hermosos que cualquier supermodelo arreglada con edición fotográfica.

 

Vía: Scientific American