De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, una prueba de pH esofágico mide la frecuencia con la que el ácido estomacal ingresa al esófago, el tubo que conecta la garganta con el estómago. También mide cuánto tiempo permanece el ácido ahí. La prueba consiste en colocar un catéter (un tubo delgado) o un dispositivo especial llamado sonda de pH en el esófago. El catéter o dispositivo medirá tu nivel de ácido (conocido como nivel de pH) durante un período de entre 24 y 96 horas.

La prueba puede mostrar si padeces reflujo ácido o ERGE (enfermedad por reflujo gastroesofágico). El reflujo ácido es un trastorno que se presenta cuando el ácido del estómago regresa al esófago. Cuando el ácido toca el esófago, puede provocar una sensación de ardor en el pecho o el cuello, la cual se conoce popularmente como acidez estomacal.

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El reflujo ácido puede ocasionar ERGE, una forma más grave de reflujo. Aunque el reflujo ácido y la ERGE no ponen en peligro la vida, sus síntomas pueden ser muy incómodos y afectar tu calidad de vida. Asimismo, si recibe tratamiento, la ERGE puede dañar el esófago y causar problemas de salud más graves.

Otros nombres que recibe esta prueba son:

  • Monitorización del pH esofágico
  • Prueba de pH esofágico de 24 horas
  • Monitorización del reflujo esofágico
  • Prueba de acidez esofágica
  • Monitorización del pH
  • Estudio de sonda de pH

Fuente: U.S. National Library of Medicine