Se le da el nombre de “cuerpo extraño” a todo elemento ajeno al organismo que, en este caso, quede alojado en el interior de las fosas nasales.
Los niños pueden introducirse objetos pequeños en la nariz, en un intento normal por explorar sus propios cuerpos, especialmente antes de los 6 años. Estos objetos potenciales introducidos en la nariz pueden abarcar alimentos, semillas, granos secos, juguetes pequeños (como canicas), pedazos de lápices de colores, bolitas de papel o algodón.
Los infantes entre 2 y 5 años son los más predispuestos a colocarse cuerpos extraños en la nariz, aunque puede ocurrir en niños más pequeños o más grandes. Un cuerpo extraño en la nariz puede estar presente durante un período de tiempo sin que el padre sea consciente del problema.
Señales de cuerpos extraños en la nariz
- Dificultad para respirar a través de la fosa nasal ocupada
- Olor fétido o secreción nasal sanguinolenta
- Irritabilidad, particularmente en bebés
- Irritación nasal o dolor de nariz
Primeros auxilios
- Evite hurgar la nariz con hisopos de algodón u otros materiales porque esto puede hacer que el objeto extraño se introduzca aún más.
- Haga que la persona respire por la boca. Ella debe evitar inspirar con fuerza, pues esto puede forzar el objeto a introducirse todavía más en la nariz.
- Una vez que usted sepa cuál lado de la nariz está afectado, presione con suavidad la otra fosa para cerrarla y haga que la persona sople suavemente. Evite sonarse la nariz con demasiada fuerza o en forma repetitiva.
- Si este método falla, consiga ayuda médica.
Si el cuerpo extraño es móvil y se colocó recientemente, el niño debe ser llevado urgente al especialista. Si se presenta con salida de moco amarillento y fétido, debemos suponer que el elemento está alojado hace más tiempo y por lo tanto difícilmente se mueva hacia atrás.
El especialista debe decidir si puede intentar una extracción en el consultorio o si es necesario programar una sedación en quirófano, de acuerdo a los elementos con los que cuente, el tipo de cuerpo extraño y la capacidad de condicionamiento del niño.
En casos especiales, puede ocurrir que el cuerpo extraño esté alojado durante muchos días, meses o incluso años dentro de la nariz y no provoque síntomas o pasen desapercibidos. Existe la posibilidad que se incorpore a la mucosa nasal y posteriormente presentar calcificaciones llamadas «rinolitos». Estas situaciones deben ser evaluadas cuidadosamente y puede ser necesaria una extracción bajo anestesia general.
