Quemaduras leves, también conocidas como quemaduras de primer grado, son aquellas lesiones del tejido causadas por calor, radiación solar, algunas sustancias químicas o electricidad. Pese  a que estas quemaduras afectan directamente a la primera capa de la piel, conocida como epidermis, los tejidos más profundos también pueden sufrir daños.

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Las quemaduras de primer grado se caracterizan por el enrojecimiento y la hinchazón que sucede sobre la piel lesionada y que suele causar dolor, pero sólo afectan la superficie de la piel. Apenas se produzca una quemadura, debemos aplicar agua corriente, nunca hielo, entre diez y veinte minutos sobre la herida.

El doctor Juan Jesús Hernández, responsable del Plan de Salud del departamento de Salud y Socorros, de Cruz Roja, afirma que “lo que nunca debemos hacer al enfrentarnos con una quemadura en un niño, es pinchar las ampollas”. Estamos muy equivocados pensando que así vamos a acelerar la cicatrización. “Lo que estamos haciendo es crear un herida donde no la había e incrementar el riesgo de infección”.

Tampoco hay que aplicar ungüentos o elementos caseros como crema dental, ya que se pueden crear problemas de irritación y mala cicatrización de la piel”, afirma Hernández.

En el caso de los medicamentos o las cremas antibióticas, hay que considerar que son tratamientos que debe indicar el personal médico y que no pueden ser los padres, madres o tutores de los niños los que decidan que se debe de administrar.

Cómo prevenir quemaduras

Los accidentes domésticos suelen ser la primera causa de estas quemaduras, produciéndose por el contacto con el fuego o elementos muy calientes, la electricidad o determinados productos químicos. Por esto es importante enseñar a los niños  a no jugar con fósforos, velas, pólvora, productos químicos o estufas de gas y eléctricas.

En el caso de adultos, si la actividad diaria requiere de contacto directo con productos que pueden causar quemaduras, conviene protegerse con guantes y ropa especial que cubran la piel. Es recomendable aplicar, antes de la exposición al Sol, productos como protectores, filtros o bloqueadores solares, cuya acción consiste en repeler los rayos ultravioleta; el mercado farmacéutico nacional ofrece una gran variedad.