La mayoría de personas suelen asociar inmediatamente la palabra grasa con sobrepeso u obesidad. Pero esta asociación no necesariamente aplica en todos los casos.

La grasa es una fuente de energía y ayuda al cuerpo a absorber vitaminas. También tiene un rol importante en los niveles de colesterol. Es por estas razones que las grasas son un tipo de nutriente que todas las personas necesitamos en nuestra dieta diaria, siempre y cuando no se consuma demasiada de esta.

Conoce más: ¿Qué ocurre si abandonamos el consumo de grasas?

Entonces, ¿cuál es la cantidad de grasa que se debe consumir al día? La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido nuevas recomendaciones al respecto.

De acuerdo con la OMS, la recomendación es que el consumo de grasas saturadas no exceda el 10% de la ingesta total de calorías que se consume a diario.

Asimismo, el consumo de grasas hidrogenadas -o grasas ‘trans’- se debe reducir al máximo, limitándose al 1% o menos del total de caloría que consumimos todos los días.

No todas las grasas son iguales

Si bien esta información puede ser un poco confusa, para comprenderla correctamente hay que aclarar que existen distintos tipos de grasa, y no todas son iguales:

-Grasas monoinsaturadas

-Grasas poliinsaturadas

-Grasas Saturadas

-Grasas ‘trans’

De estos cuatro tipos, las 2 primeras se conocen comúnmente como grasas ‘saludables’, mientras que las dos últimas se han calificado como grasas ‘no saludables’ o ‘malas’.

¿Qué alimentos debo eliminar de mi dieta?

La recomendación de la OMS consiste en restringir a menos del 10% el consumo diario de grasas saturadas, las cuales se encuentran en alimentos como: lácteos enteros, aceites saturados, proteínas de origen animal.

Conoce más: 5 fáciles consejos para comer menos grasas saturadas

Por otra parte, se debe limitar a menos del 1% la ingesta de grasas ‘trans’, las cuales se encuentran presentes en alimentos como: papas fritas, margarina, pollo frito, carne de ternera, galletas.

En su lugar, se debe dar prioridad al consumo de grasas ‘saludables’, las cuales se localizan en alimentos como: pescados (atún, sardina, caballa, arenque y salmón principalmente), nueces, linaza, tofu, aceite de canola, aguacate, almendras, semillas de girasol, semillas de calabaza, aceitunas, aceites vegetales y mantequilla de cacahuate.

 

Vía: Su Médico