Las frutas y las verduras juegan un papel importantísimo dentro de una dieta saludable. Si bien existe una amplia variedad, es posible que hayan bacterias dañinas en la tierra o el agua donde crecen estos productos.
De igual manera, pueden contaminarse después de haber sido cosechadas, por ejemplo, durante su almacenamiento o preparación.
Consumir frutas o verduras contaminadas puede provocar enfermedad alimentaria, también conocida como «intoxicación alimentaria». Por ello, es esencial seguir ciertas medidas de manipulación para proteger a tu familia.
Compra correctamente
1. Elige frutas y verduras que no estén magulladas o dañadas.
2. Si compras productos previamente cortados, escoge aquellos que estén refrigerados o rodeados de hielo.
3. Coloca las frutas y verduras en bolsas separadas de la carne cruda cuando las empaques en el mercado.
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Almacena adecuadamente
4. Guarda las frutas y las verduras en un refrigerador limpio, a una temperatura de 40ºF o menor.
5. Refrigera todas las frutas y verduras cortadas previamente.
Separa por seguridad
6. Lava las tablas de cortar, así como los platos y utensilios de cocina, cuando los hayas utilizado para la preparación de carnes.
7. Utiliza tablas de cortar plásticas o no porosas. Lávalas después de usarlas.
Prepara con precauciones
8. Corta las partes dañadas o magulladas de las frutas y verduras antes de cocinarlas o comerlas.
9. Aún cuando vayas a pelar las frutas y verduras, es importante que las laves primero para que la suciedad no se transfiera al cortar los productos.
10. Seca los productos con un paño limpio o una toalla de papel para reducir aún más la existencia de bacterias.
Vía: U.S. Food and Drug Administration