,

En un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, investigadores de la Universidad de Washington (Estados Unidos) afirman que enseñarles a los padres cómo hablar con sus bebés puede impulsar el desarrollo del lenguaje en sus hijos.

El trabajo no se enfocó en la llamada «charla infantil», que generalmente consiste en emitir sonidos tontos y palabras sin sentido.

En su lugar, los investigadores se centraron en lo que en inglés se conoce como «parentese», un discurso apropiado con vocales alargadas y tonos de voz exagerados que atraen la atención de los bebés y los alientan a responder. Se entrenó a los padres en este enfoque a los 6, 10 y 14 meses de edad de sus hijos, y las familias recibieron seguimiento hasta los 18 meses.

Ventajas del «parentese»

«Hace tiempo que sabemos que el uso del ‘parentese’ se asocia con mejores resultados en el lenguaje […] Creemos que facilita el aprendizaje de idiomas debido a su estructura lingüística más simple y a sus sonidos exagerados», indicó Patricia Kuhl, codirectora del Instituto de Ciencias del Aprendizaje y del Cerebro de la citada universidad y autora del estudio.

La investigación descubrió que los padres que recibieron entrenamiento individual usaron el «parentese» con más frecuencia que aquellos que no recibieron la capacitación. El entrenamiento condujo a más «conversaciones» entre padres e hijos e incrementó las habilidades lingüísticas del niño meses después.

Conoce más: Problemas de lenguaje en niños, lo que debes saber

«Ahora creemos que el ‘parentese’ funciona porque es un gancho social para el cerebro del bebé: su tono elevado y su ritmo más lento son socialmente atractivos e invitan al bebé a responder», explicó Kuhl.

Cabe destacar que los padres alteraron voluntariamente su discurso una vez que se les dijo que esta manera de hablar ayudaría a su bebé a aprender más palabras.

Resultados y recomendaciones

A los 18 meses, las encuestas de padres estimaron que el vocabulario de los niños promediaba cerca de 100 palabras si sus padres habían recibido el entrenamiento para «parentese», en comparación con solo 60 palabras entre los niños cuyos padres no recibieron entrenamiento.

«Observamos de primera mano cómo el lenguaje y el compromiso social de los padres pueden promover los balbuceos receptivos iniciales del bebé, que se convierten en palabras y luego en oraciones, educando así a los bebés en el arte de la comunicación humana», puntualizó Kuhl.

Si deseas saber más sobre este y otros enfoques para impulsar el desarrollo del lenguaje en tu bebé, acude con su pediatra y con un especialista en el ramo. Asimismo, si observas que tu pequeño tiene un retraso en el habla o en el lenguaje, también debes acudir con un audiólogo o foniatra para descartar problemas auditivos subyacentes.

 

Vía: Health Day News