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El acoso, mejor conocido como bullying actualmente, suele dejar cicatrices que, en algunos casos, no se pueden borrar ni si quiera con el paso del tiempo. En particular, las burlas dirigidas hacia adolescentes con sobrepeso u obesidad pueden afectar negativamente su salud física y emocional por el resto de sus vidas, encontró un reciente estudio.

De acuerdo con la investigación, llevada a cabo en Estados Unidos, los jóvenes que reciben burlas debido a su exceso de peso son más propensos a convertirse en adultos con obesidad y con problemas emocionales.

Esto se debe a que estos jóvenes, con el tiempo, generan lo que es conocido como hambre emocional. Es decir, buscan refugio en la comida para ‘aliviar’ sentimientos como ansiedad o depresión.

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Durante el estudio, que tuvo una duración de 15 años, los investigadores encontraron que:

-Los hombres y mujeres que recibían burlas por su peso cuando eran adolescentes tenían el doble de probabilidades tener obesidad siendo adultos.

-Las mujeres que recibían burlas por su peso durante la adolescencia eran más propensas a comer en respuesta al estrés y a participar en otras medidas malsanas de control de peso. También era más probable que consideraran tener una mala imagen corporal y, por ello, realizaran algún tipo de dieta.

-Los hombres que recibían burlas por su peso durante la adolescencia se encontraban menos satisfechos con sus cuerpos durante la adultez y era más probable que presentaran hambre emocional.

-A largo plazo, las mujeres se vieron más afectadas por las burlas de sus familiares sobre su peso que los hombres.

“Los profesionales de la salud que trabajan con los jóvenes y con las familias podrían tener oportunidades exclusivas de evaluar a los jóvenes respecto a sus experiencias con las burlas por su peso, de educar a los padres sobre las nocivas consecuencias de salud de las burlas, y de ofrecer a las familias recursos para respaldar a los niños y ayudarles a afrontar las burlas con estrategias saludables y efectivas”, expuso Dianne Neumark-Sztainer, coautora del estudio y directora de la División de Epidemiología y Salud Comunitaria de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos.

Si tienes hijos adolescentes, es importante que, en medida de lo posible, evites hacer comentarios sobre su peso y/o imagen corporal, ya que, aunque tus intensiones sean buenas, puedes causar un efecto negativo en ellos. Si consideras que tu hijo(a) tiene problemas con su peso, la mejor forma de saberlo con certeza es acudiendo a un especialista.

 

Vía: Health Day News