La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) recomienda que todos los niños se sometan a pruebas de detección de los trastornos del espectro autista (TEA) entre los 18 y los 24 meses de edad.

Las pruebas de detección pueden ayudar a identificar los TEA en los niños más temprano que tarde, lo que a su vez puede beneficiarlos al brindarles un diagnóstico y apoyo tempranos.

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La Lista de verificación modificada para el autismo en niños pequeños (M-CHAT) es una herramienta de detección común que se usa en muchos consultorios pediátricos. Los padres deben completar una encuesta de 23 preguntas. Posteriormente, los pediatras pueden utilizar las respuestas para ayudar a identificar a los niños que podrían tener una mayor probabilidad de desarrollar TEA.

Es importante tomar en cuenta que la detección no es un diagnóstico. Los niños que arrojan resultados positivos para TEA no necesariamente los tienen. Además, las evaluaciones no siempre identifican a todos los niños que padecen autismo.

 

Fuente: Healthline