La fiebre del heno puede producir síntomas que incluyen estornudos y una tos persistente y que no cede. En concreto, es el resultado de la reacción exagerada de tu cuerpo a los alérgenos. Y aunque no es contagiosa, sí puede hacer que tu vida se vuelva un martirio.

A diferencia de la tos crónica, la tos causada por alergias y fiebre del heno es temporal. Es posible que solo experimentes los síntomas de esta alergia durante épocas específicas del año, como por ejemplo cuando las plantas florecen por primera vez.

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Sumado a lo anterior, las alergias estacionales pueden desencadenar asma y el asma puede ocasionar tos. Cuando una persona con alergias estacionales comunes se expone a un alérgeno, el estrechamiento de las vías respiratorias puede provocar la tos. También puede presentarse dificultad para respirar y opresión en el pecho. Cabe destacar que la tos causada por fiebre del heno suele empeorar por la noche, por lo que debes consultar a tu médico sobre cómo aliviarla.

Fuente: Healthline