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Todas las formas de ejercicio causan algún tipo de estrés oxidativo o un desequilibrio entre los radicales libres y los antioxidantes en tu cuerpo. Por tal motivo, es importante incluir alimentos ricos en antioxidantes en tu dieta diaria, como por ejemplo los arándanos azules y las verduras de hoja verde.

Arándanos azules

Ejemplo de estos alimentos son los arándanos azules (Vaccinium sp.), que están llenos de fibra dietética, vitaminas, proteínas y, obviamente, antioxidantes.

Es más, comer arándanos azules después de un entrenamiento se ha relacionado con un tiempo de recuperación muscular acelerado.

Asimismo, se pueden incorporar a tu dieta de diferentes formas. Una manera de comer dichos arándanos con regularidad es echar un puñado o dos en tu batido posterior al entrenamiento.

Otras formas de incluirlos en tu refrigerio después de entrenar incluyen:

  • Comerlos en combinación con yogur de coco
  • Como aderezo de avena
  • Comerlos por tu cuenta como colación o botana saludable

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Verduras de hoja verde

Al igual que los arándanos azules, las verduras de hoja verde deben ser una de tus comidas preferidas después de entrenar, ya que están repletas de vitaminas, minerales y fibra. Además, son bajas en calorías.

Estos tipos de verduras también poseen un alto contenido de antioxidantes y pueden ayudar a minimizar los radicales libres que se liberan durante un entrenamiento, sobre todo si es de alta intensidad.

Existe una gran variedad de verduras de hoja verde para elegir, pero las más populares incluyen:

  • Col rizada
  • Espinacas
  • Rúcula
  • Berro

Al igual que con los arándanos, siempre pon un poco de espinaca congelada en tus batidos después del entrenamiento, aproximadamente dos puñados grandes. Esto porque tiende a mezclarse más fácilmente cuando está congelada, lo que significa que no podrás saborearla, ¡sin mencionar que hace que tu batido esté más frío y fresco!

También puedes comer verduras de hoja verde de las siguientes formas:

  • Salteadas con aceite de oliva extra virgen como guarnición
  • En una ensalada
  • Añadiéndolas a un plato de pasta junto con proteína magra

 

Fuente: Healthline