La pandemia de COVID-19 ha provocado un aumento sin precedentes en las visitas de video (telemedicina) entre pacientes y médicos, pero los adultos mayores no han podido adoptar fácilmente esta tendencia, así lo dio a conocer un nuevo estudio publicado en la revista JAMA Internal Medicine.

Más de un tercio de los adultos mayores de 65 años enfrentan dificultades para consultar a su médico a través de la telemedicina, especialmente los hombres mayores de bajos recursos que viven en áreas remotas o rurales, que tienen discapacidades o que tienen problemas de salud.

«La telemedicina no es inherentemente accesible, y su uso obligatorio deja a muchos adultos mayores sin acceso a su atención médica», indicó el doctor Kenneth Lam, autor principal del estudio e investigador clínico de geriatría en la Universidad de California en San Francisco (UCSF).

«Necesitamos más innovación en cuanto a dispositivos, servicios y políticas para asegurar que los adultos mayores no se queden atrás durante esta transición», agregó el experto.

Las visitas de video son una buena manera de llegar a los pacientes en casa, pero requieren que los pacientes puedan conectarse a Internet, que usen equipos informáticos y que solucionen problemas técnicos cuando surjan.

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Para el estudio, el equipo de Lam analizó datos del 2018 obtenidos de más de 4,500 pacientes del programa de seguridad social del gobierno de Estados Unidos llamado Medicare.

Los investigadores encontraron que alrededor del 38% no estaban listos para las visitas de video, incluido el 72% de las personas mayores de 85 años, principalmente porque no tenían experiencia en tecnología o sufrían una discapacidad física.

Incluso con apoyo externo, el 32% no estaba listo, y el 20% no pudo afrontar una visita telefónica debido a demencia o dificultad para escuchar o comunicarse, mostraron los hallazgos.

Los autores también hallaron que los pacientes de Medicare que no estaban listos eran adultos mayores de sexo masculino, solteros, negros o hispanos, rurales, menos educados, pobres y con mala salud.

«Para construir un sistema de telemedicina accesible, necesitamos planes de acción y contingencias para superar la alta prevalencia de la inexperiencia con la tecnología y la discapacidad en la población de edad avanzada», apuntó Lam.

«Esto incluye dispositivos con interfaces de usuario mejor diseñadas para conectarse, adaptaciones digitales para discapacidades auditivas y visuales, servicios para capacitar a adultos mayores en el uso de dispositivos y, para algunos médicos, mantener sus oficinas abiertas durante la pandemia», agregó el experto.

 

Vía: US News