Una investigación reciente publicada en la revista JAMA Network Open, encontró que la detección basada en síntomas por sí sola no es suficiente para contener un brote de COVID-19 en los campus universitarios, por lo que se requieren estrategias adicionales para reabrir las universidades.

El doctor A. David Paltiel, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale (Estados Unidos), junto con sus colegas, realizó un estudio de modelado analítico que incluyó a un grupo hipotético de 4,990 estudiantes que no estaban infectados con el coronavirus 2 causante de síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV-2) y a uno de 10 con infección por SARS-CoV-2 asintomática que no fue detectada al comienzo del semestre. Se evaluó qué tan bien podría ser detectado un brote infeccioso de COVID-19.

De esta forma, los investigadores descubrieron que, tras suponer números reproductivos de 2.5 y realizar un examen de detección diario con una sensibilidad del 70 por ciento, una prueba con una especificidad del 98 por ciento arrojó que 162 estudiantes fueron infectados, y que tales infecciones eran acumulativas. También registraron un censo diario de aislamiento promedio de 116 estudiantes, donde 21 se recuperarían por completo (18 por ciento).

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Reducir la evaluación cada dos días resultó en 243 infecciones acumulativas, y dio lugar a un censo de aislamiento diario promedio de 76, con 28 estudiantes dando positivo para coronavirus (37 por ciento). En el último escenario, disminuir la evaluación a cada siete días arrojó 1,840 infecciones acumuladas y un censo de aislamiento diario promedio de 121 estudiantes, con 108 alumnos siendo completamente positivos al virus (90 por ciento).

La frecuencia de la prueba mostró un vínculo más fuerte con la infección acumulativa que con la sensibilidad de la prueba en todos los posibles escenarios que simularon los investigadores.

Con base en lo anterior, la detección basada en síntomas por sí sola no fue suficiente para contener un brote en ninguno de los escenarios. Para un número reproductivo de 2.5, 3.5 o 1.5, respectivamente, las pruebas cada dos, uno o siete días, respectivamente, fueron más rentables tomando en cuenta cuánto costaría realizarlas por estudiante y por semestre.

 

Vía: Health Day News