,

dieta-mediterraneaLos adultos mayores que llevan una dieta mediterránea, podrían disminuir el riesgo de desarrollar un estrechamiento doloroso en las arterias de sus piernas, según indica un estudio publicado el día de hoy en la Revista de la Asociación Médica Americana (Journal of the American Medical Association).

Este estudio, podría ser el primer ensayo clínico para estudiar si la dieta estilo mediterráneo puede prevenir enfermedades cardiovasculares en personas con alto riesgo.

El año pasado, los investigadores reportaron los hallazgos principales del estudio. La conclusión a la que se llegó fue que los adultos mayores que adoptan una dieta mediterránea (rica en aceite de oliva, nueces, frutas, vegetales, granos enteros y pescado) disminuyen el riesgo de sufrir un ataque al corazón o de un infarto en un 30 por ciento durante cinco años.

Ahora, los nuevos resultados de la investigación sugieren que el beneficio se extiende a la enfermedad arterial periférica, señala el investigador Miguel Martínez-González, profesor en la Universidad de Navarra en Pamplona, España.

La enfermedad arterial periférica se presenta cuando las placas que obstruyen las arterias restringen el flujo de sangre en las piernas. La gente a menudo pasan años sin ningún síntoma, señaló Martínez-González, pero a medida que la condición progresa, puede causar calambres dolorosos al caminar.

En el estudio, los adultos que mantuvieron una dieta mediterránea tuvieron entre la mitad y dos tercios menos posibilidades de desarrollar enfermedad arterial periférica dolorosa, comparados con quienes intentaron seguir un régimen bajo en grasas.

Martínez-González señala que estos descubrimientos dan un “soporte robusto” a la noción de que la comida estilo mediterráneo ayuda a mantener las arterias sanas.

Este tipo de dieta difiere en puntos claves de la dieta “occidental” de la actualidad. Mientras que esta dieta “occidental” incluye muchas azúcares y alimentos procesados adicionados con sal y grasas saturadas provenientes de carnes rojas y mantequilla, la dieta mediterránea incluye pocos de estos alimentos. En contraste, el estilo mediterráneo si bien es alto en grasas, éstas son insaturadas y primordialmente sanas para el corazón, ya que provienen del aceite de oliva, de las nueces y del pescado.

Los especialistas desde hace mucho tiempo sabían que las personas que se apegan a una dieta mediterránea tienen menos riesgo de ataque cardiaco y de muerte por enfermedades relacionadas con el corazón. Sin embargo, no se tenía claro el papel que jugaba la dieta en esto.

Para corroborar esta noción, Martínez-González y sus colegas reclutaron a 7 mil 500 adultos entre los 55 y los 80 años de edad, que se encontraban en alto riesgo de desarrollar obstrucción en las arterias, ya que tenían diabetes o varios factores de riesgo más, como obesidad y ser fumadores.

Los investigadores asignaron al azar a los hombres y mujeres participantes en tres grupos distintos. En uno se les dio una dieta baja en grasas, mientras que a otros dos se les asesoró para que siguieran una dieta mediterránea. A uno de los grupos “mediterráneos”, se les asigno además una ración extra a la semana de aceite de oliva extra virgen y se les pidió que utilizaran al menos cuatro cucharadas al día. El otro grupo recibió un suministro regular de frutos secos (nueces, almendras y avellanas), y se les pidió que consumieran una onza cada día.

Durante los siguientes cinco años, 89 participantes desarrollaron enfermedad arterial periférica. Sin embargo se observó que las porcentajes variaron según la dieta.

Dentro del grupo “bajo en grasas”, la gente desarrolló el padecimiento a una tasa de casi 0.5% al año. En el grupo que siguió una dieta mediterránea con nueces y frutos secos, se observó que este porcentaje disminuyó a la mitad. Dentro del grupo “mediterráneo” con suplemento extra de aceite de olivo, el porcentaje fue aún menor, de 0.15%.

Según el equipo de Martínez-González, existen un par de elementos para tomar en cuenta, el primero de ellos que en el estudio en general los casos de enfermedad arterial periférica fue relativamente pequeño, y el otro que uno de los investigadores es consultor en el Consejo Internacional de la Nuez, un grupo industrial del sector.

Sin embargo, según una experta que no estuvo relacionada con la investigación, los resultados se suman a la lista de razones para adoptar una dieta mediterránea. El estudio muestra que, ya sea con nueces o con aceite de oliva, este tipo de dieta puede frenar el riesgo de ataque al corazón e infarto, señala la doctora Suzanne Steinbaum, directora del programa Mujeres y Enfermedad del Corazón en el Hospital Lenox Hill, en Nueva York. “Ahora podemos recomendar la dieta mediterránea como una estrategia preventiva para todas las enfermedades del sistema cardiovascular, incluyendo ataque al corazón, infarto y enfermedad arterial periférica”, apuntó Steinbaum.