Obesidad y nutrición, Salud Mental
La anorexia nerviosa es un trastorno alimenticio que se desencadena por la percepción errónea de que una persona tiene sobrepeso. Esto da lugar a que esa persona coma menos, lo que le provoca una pérdida de peso que suele volverse muy peligroso para su salud.
La mayoría de la gente tiende a desarrollar anorexia en la adolescencia o en la adultez temprana, siendo más común entre las mujeres (aunque también puede presentarse en hombres).
Por ello, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. nos mencionan algunas conductas de riesgo, que son señales de advertencia inequívocas de anorexia:
- Estar especialmente preocupado(a) por tu peso y figura.
- Haber tenido un trastorno de ansiedad cuando eras niño(a).
- Tienes una autoimagen negativa.
- Tuviste un problema de alimentación durante la primera infancia.
- Tratas todo el tiempo de ser perfecto(a).
- Te centras de forma obsesiva en adherirte a las reglas.
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Si notas alguno de estos signos en ti o alguno de tus seres queridos, deben acudir lo antes posible con un médico y un profesional de la salud mental. Recuerden que el mayor desafío en el tratamiento de la anorexia nerviosa es que la persona reconozca que tiene una enfermedad. La mayoría de quienes sufren este tipo de anorexia niegan tener un trastorno alimenticio, razón por la cual buscan tratamiento solamente cuando la condición ya se tornó grave.
Los objetivos del tratamiento son primero restaurar el peso corporal normal y los hábitos alimentarios. Un aumento de peso de 0.5 a 1.5 kilogramos (kg) por semana se considera una meta segura. Para lograrla, los especialistas han diseñado diferentes programas para tratar la anorexia, que normalmente incluyen cualquiera de las siguientes medidas:
- Aumento de la actividad social.
- Disminución de la cantidad de actividad física.
- Uso de horarios para comer.
Vía: Health Day News / Hola Doctor
