Ya sea por una mala postura, un esfuerzo al hacer ejercicio o una mala posición al dormir, el dolor de espalda suele atormentar el día a día de muchas personas. Aunque no lo creas, existe un responsable silencioso que también provoca esos terribles malestares: el estrés.
El estrés y la ansiedad provocan la tensión de los músculos de la espalda, el cuello y la mandíbula. Se cree que este es un instinto que prepara al cuerpo para reaccionar de acuerdo con el malestar emocional. Si bien existen ejercicios que ayudan a relajar estas zonas, la alimentación también es importante.
Recomendaciones
1. Proteínas. Son el segundo compuesto con mayor presencia en nuestro cuerpo, luego del agua. Se encargan de reparar y mantener los tejidos corporales. Diferentes estudios han encontrado que un consumo adecuado de ellas luego de realizar ejercicio podría ayudar a reducir la inflamación y el dolor muscular.
2. Magnesio. Es vital para casi todas las funciones corporales, especialmente para las contracciones musculares. Algunos alimentos ricos en este mineral son los frijoles, almendras, aguacates o espinacas. Toma en cuenta que las dosis altas pueden causar calambres estomacales y diarrea.
Conoce más: 10 soluciones para aliviar el dolor ciático
3. Cerezas. Esta deliciosa fruta es rica en antioxidantes, vitaminas y compuestos antiinflamatorios, conocidos como antoniacinas. Según un estudio, beber jugo de cereza ácida podría aliviar el dolor y la inflamación muscular producto del estrés o del ejercicio.
4. Jugo de granada. Se cree que puede combatir el colesterol y reducir el estrés. También contiene propiedades antioxidantes y grandes cantidades de compuestos llamados polifenoles, una gran opción para la recuperación muscular.
5. Arándanos. Al igual que las granadas, son una excelente fuente de antioxidantes y polifenoles. Un estudio encontró que los suplementos con arándanos pueden mejorar el rendimiento durante el ejercicio y disminuir los marcadores inflamatorios.
Si el dolor no desaparece, consulta a un médico o fisioterapeuta que encuentre el tratamiento adecuado para ti. De esta manera podrás controlar el dolor, liberar toxinas, reducir tu estrés y prevenir futuras lesiones. ¡Cuídate!
Vía: Hola Doctor
