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Si bien es menos frecuente que la anorexia, la megarexia es un trastorno de origen psicológico caracterizado por una percepción distorsionada del cuerpo. Afecta a personas que padecen obesidad y sobrepeso, quienes niegan su condición al considerar que se encuentran en un peso corporal no excesivo, incluso se miran saludables.

“Estos pacientes se encuentran con un físico agradable. No se perciben con obesidad y consideran que todavía no tienen un sobrepeso u obesidad tan importante como para dejar de comer como lo hacen”, explicó el titular del Servicio de Endocrinología del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Miguel Escalante Pulido.

Las señales más comunes de la presencia de este trastorno son:

  1. Nula percepción de los malos hábitos alimenticios.
  2. Alimentación poco saludable que deriva en una ganancia de peso corporal cada vez mayor.
  3. Desarrollo de patologías metabólicas, como hipercolesterolemia, diabetes, hipertensión o elevación de triglicéridos.

“Ocurre en todas las edades, pero hemos visto que los 40 años de edad es el punto donde se presenta con mayor frecuencia, debido a que son pacientes relativamente jóvenes, no tienen tantos síntomas y se consideran sanos”, detalló.

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Por lo regular, son los familiares quienes motivan a los afectados a buscar ayuda profesional. Lamentablemente, es posible que ya existan comorbilidades que dañen su salud. A decir de expertos, cuando el paciente recibe la ayuda ya han trascurrido dos o más años desde que empezó a acumular peso de manera excesiva.

Si conoces a alguien en estas condiciones, busca ayuda y apóyalo. Recuerda que como en cualquier otro trastorno alimenticio, los pacientes con megarexia requieren apoyo psicológico.

 

Vía: Notimex