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mujeres estres-ILas mujeres jóvenes que sufren un infarto pueden ver su recuperación mermada gracias al estrés, sugiere un nuevo estudio.

A pesar de que el estrés afecta tanto a hombres como mujeres, los investigadores encontraron que las mujeres tienen mayores niveles de estrés que los hombres. Estos niveles altos de estrés podrían jugar un rol importante, debido a que puede entorpecer la recuperación después de un infarto. Las mujeres estudiadas presentaron mayores dolores en el pecho y peor calidad de vida y salud que los hombres.

Xiao Xu, profesor asistente de ginecología, obstetricia y ciencias reproductivas de la Escuela de Medicina de la Universidad de Yale e investigador en jefe del estudio, apuntó que los pacientes necesitan estar al tanto del impacto para la salud que tiene el estrés y de las afectaciones que puede acarrear en la recuperación de un infarto

El experto apuntó que las razones por las que las mujeres suelen presentar más estrés que los hombres pueden ser menor acceso a recursos económicos y mayores demandas de los miembros de la familia.

Para el estudio, Xiao y sus colegas recolectaron los datos de cerca de 2 mil 400 mujeres y de aproximadamente mil 200 hombres entre los 18 y los 55 años que tuvieron un infarto. Los participantes fueron pacientes de más de 100 hospitales en países como Estados Unidos, Australia y España.

Las mujeres que participaron en el estudio que participaron en el estudio tuvieron más posibilidades de padecer otros problemas médicos como diabetes, problemas en el riñón, depresión, cáncer, además de historial de infartos y embolia.

Los investigadores encontraron que después de un mes las mujeres que sufrieron un infarto tenían mayores posibilidades de tener una recuperación más pobre que los hombres.

El estrés juega un papel muy importante en influenciar la recuperación de los pacientes, de hecho un estudio previo apunta que las mujeres, especialmente las jóvenes, tienen mayor riesgo de empeorar sus condiciones de salud si tienen problemas cardíacos y padecen de estrés.

 

Vía: Health Library