Si bien los berrinches y la rebeldía pueden considerarse «normales» durante la niñez, existe un grado de mala conducta que es perjudicial para la vida hogareña y familiar. Este tipo de casos responden a un trastorno de oposición desafiante (ODD), según expertos. Puede ser difícil saber si un niño o adolescente simplemente se están comportando mal o tiene ODD.
Por lo regular, los síntomas de este trastorno son constantes y duran al menos 6 meses. Quienes lo tienen se muestran enojados, argumentativos y desafiantes. Los comportamientos asociados tienen un efecto negativo en las relaciones del niño o joven, así como en la capacidad de desenvolverse en la escuela y el hogar.
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Recomendaciones
Es más probable que un niño desarrolle ODD si existen antecedentes de abuso o negligencia. También influye si tiene un padre o cuidador con un trastorno del estado de ánimo; exposición a la violencia; disciplina inconsistente; falta de supervisión o inestabilidad en la familia —como divorcio o cambio de escuelas—; problemas financieros en el hogar, entre otros factores.
De acuerdo con especialistas, es posible acceder a varias opciones de tratamiento. Algunos se enfocan únicamente en el niño; en tanto, otros incluyen a la familia. Los tratamientos tienen como fin el ayudar a aprender mejores formas de controlar la ira. También consideran el manejo de situaciones sociales para que los niños sientan menos frustración con otras personas.
¿Quieres ayudar y orientar a tu hijo desde casa?
- Elogia sus comportamientos positivos.
- Sé consistente con las reglas.
- Establece comportamientos positivos y pon el ejemplo.
- Mantén una rutina diaria y haz que se respete.
- Pasa tiempo de calidad con tu pequeño.
Vía: Family Doctor