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clavados.2Un vez que llega el verano, resulta tentador echarse un clavado en piscinas, lagos y otros cuerpos de agua a fin de refrescarse en un día caluroso de verano, pero podría ser peligroso si no se toman medidas de seguridad adecuadas.

Los expertos señalan que cada año, tan solo en EU, cientos de personas quedan paralizadas a causa de lesiones de cuello y columna vertebral que sufren después de sumergirse de clavado en lagos y piscinas de poca profundidad.

«Todo el mundo necesita ser entrenado para echarse un clavado con seguridad”, aseguró el Dr. Brett Taylor, portavoz de la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos (AAOS). «Las habilidades para realizar una inmersión segura no llegan de forma natural, se tienen que aprender. Con las lesiones en el cuello y la columna vertebral siendo las lesiones más comunes de los clavados, una buena regla general para los clavadistas es lanzarse con los pies por delante en aguas desconocidas«.

Los especialistas recomiendan nunca lanzarse en aguas poco profundas. Antes de la inmersión, siempre verifique la profundidad del agua y asegúrese de que es lo suficientemente profundo para realizar la inmersión o clavado. Si usted se lanza desde un punto muy elevado, asegúrese de que el fondo del cuerpo de agua es el doble de la distancia desde la que usted se está lanzando.

Nunca se sumerja en piscinas colocadas sobre el suelo o en agua poco clara, como un lago o el océano, donde no pueden visualizarse bancos de arena u objetos debajo de la superficie.

Sólo una persona a la vez debe estar en un trampolín. Sumérjase lanzándose solamente desde el final de la tabla y nunca corra sobre ella. No rebote más de una vez, ya que el efecto rebote podría lastimar sus piernas o hacerle perder el equilibrio.

Después de la inmersión, nade inmediatamente lejos de la zona del trampolín para despejar el camino y dar paso para que se lance la siguiente persona.

No haga surf de cuerpo cerca de la orilla. Hacerlo lo pone en riesgo de sufrir lesiones de cuello, así como dislocaciones de hombro y fracturas.

 

Vía: Health Library