Los estudiantes no llevan una vida fácil precisamente. Se encuentran en una época donde además de lidiar con frecuentes y variados cambios en su organismo, deben cumplir exigencias escolares cada vez más absorbentes, motivos que pueden afectar negativamente su salud integral.

Debido a que la mayoría de los padres asumen que al llegar más allá de la adolescencia, los hijos ya pueden depender por sí mismos en mayor medida, suelen descuidar la atención que les ponen, incluyendo sus hábitos alimenticios. Esto no es recomendable por profesionales de la salud.

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Un amplio porcentaje de estudiantes -principalmente los que cursan educación media o superior- deben viajar distancias lejanas para llegar a la escuela. Durante el día toman varias horas de clase y su gasto energético es alto. Sin embargo, los jóvenes no siguen saludables hábitos alimenticios, pues llevan a cabo acciones como:

-Comer a deshoras o saltarse comidas.

-Cuando tienen tiempo optan por consumir alimentos ricos en carbohidratos y grasas.

-Al llegar a casa, por las noches, consumen una gran cantidad de alimento.

Estos malos hábitos ocasionan un desajuste en el organismo, con graves consecuencias para su salud integral a corto, mediano y largo plazo, advirtió Alberto Manuel Ángeles Castellanos, jefe del Departamento de Anatomía de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Para evitar desarrollar estos hábitos poco saludables, el experto recomendó a los padres monitorear las actitudes alimenticias de sus hijos aunque ya sean mayores, y a los estudiantes les aconsejó llevar a cabo acciones como:

1 No comer demasiado en las noches.- Los sistemas fisiológicos no están programados para trabajar durante la fase de oscuridad y se encuentran en reposo, sobre todo el sistema digestivo. En consecuencia, el organismo sufre una mala digestión y no se asimilan bien los nutrientes, lo que derivará en problemas de salud como gastritis, colitis y otras enfermedades.

2 Llevar su propia comida a la escuela.- De preferencia alimentos preparados en el hogar y que sean balanceados. Así se reducirá la necesidad de consumir alimentos ricos en grasa.

3 Evitar el consumo de bebidas energéticas.- Principalmente aquellos jóvenes que estudian por las noches. Tomar té o una taza de café es más recomendable, “pero siempre será mejor levantarse y caminar para mantenerse despiertos”, apuntó Ángeles Castellanos.

 

Vía: UNAM Global