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A pesar de la continua controversia en torno al uso de testosterona en hombres que tienen deficiencia de testosterona (hipogonadismo), un nuevo estudio ha encontrado que el uso a largo plazo de la terapia con esta hormona no sólo mejora el vigor y la vitalidad, sino que además puede reducir el riesgo de muerte debido a enfermedades cardiovasculares (CV).

Los hallazgos fueron publicados en la revista Journal of Cardiovascular Pharmacology and Therapeutics.

La testosterona (T) es la principal hormona sexual masculina. En los hombres, ésta desempeña un papel clave en el desarrollo de los tejidos reproductivos masculinos, promoviendo a su vez las características sexuales secundarias, como el aumento de masa muscular y ósea y el crecimiento de vello corporal. Además, la testosterona es esencial para la salud y el bienestar general, así como para prevenir la osteoporosis. Cuando los hombres poseen niveles insuficientes de (T) circulante, pueden desarrollar fragilidad y pérdida ósea.

Debido a la falta de estudios que evalúen a una mayor cantidad de personas, sólo es posible obtener evidencia sustancial sobre la seguridad y el riesgo de esta terapia respecto a cómo afecta el sistema cardiovascular mediante estudios observacionales. Hasta la fecha, existen investigaciones limitadas que comparan los efectos de la TT a largo plazo en hombres con hipogonadismo que fueron tratados o no con T.

Por ello, investigadores de las Escuelas de Medicina y de Salud Pública de la Universidad de Boston (BU), junto con expertos alemanes, establecieron un registro para evaluar la eficacia a largo plazo y la seguridad del uso de T en hombres. Para el estudio, se compararon sus efectos sobre una serie de parámetros (obesidad, niveles de colesterol, diabetes, función hepática) que se considera contribuyen a las enfermedades cardiovasculares.

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Los investigadores monitorearon durante ocho años a un grupo de hombres que recibió TT, y lo compararon con otro grupo de varones que no recibió el tratamiento durante el mismo período de tiempo (grupo control). De esta forma, encontraron que sólo hubieron dos muertes en el grupo de TT y ninguna estuvo relacionada con eventos CV. En el grupo control no tratado, hubo 21 muertes, 19 de las cuales se relacionaron con eventos CV. Además, hubo 26 infartos de miocardio no mortales y 30 accidentes cerebrovasculares no mortales en el grupo control, pero ninguno en el grupo tratado con T.

Según los investigadores, a largo plazo, la TT en hombres con hipogonadismo parece ser un enfoque eficaz para lograr mejoras sostenidas en la función cardiometabólica y reducir el riesgo de eventos CV.

«Los pocos eventos CV observados en el grupo T en comparación con el grupo no tratado (control) sugieren fuertemente que la TT es protectora.Creemos que el efecto protector de la testosterona en el sistema CV proporciona a los médicos la oportunidad de utilizar este enfoque para la prevención secundaria en hombres hipogonadales con una historia de eventos CV», explicó el doctor Abdulmaged M. Traish, profesor de bioquímica y urología en la Escuela de Medicina de la BU.

 

Vía: Science Daily